Bolívar juega hoy ante Cerro Porteño, en busca del premio consuelo, pero deberá esperar otros resultados

Bolívar se juega esta noche su última carta para no cerrar el año de su centenario sin competencias internacionales. Desde las 20:30, el equipo paceño recibe a Cerro Porteño en el estadio Hernando Siles, en la jornada final del Grupo G de la Copa Libertadores. El objetivo es claro: ganar y esperar que Sporting Cristal no lo haga frente al ya clasificado Palmeiras.

Con apenas tres puntos acumulados, el conjunto dirigido por Flavio Robatto ha tenido una campaña por debajo de las expectativas. Quedó eliminado prematuramente de los octavos de final de la Libertadores y ahora se aferra a la posibilidad de disputar los playoffs de acceso a la Copa Sudamericana, como un consuelo frente a un proyecto que aspiraba a mucho más.

Históricamente, Bolívar ha salido airoso cada vez que enfrentó a Cerro Porteño en el máximo torneo continental. De cinco encuentros disputados, los bolivianos ganaron todos. Ese antecedente alimenta el optimismo, aunque el equipo aún debe lidiar con bajas sensibles como la de Ramiro Vaca, suspendido provisionalmente por un caso de dopaje.

La principal novedad podría darse en el arco, con el regreso de Carlos Lampe tras superar una prolongada lesión. El experimentado portero fue convocado a la selección nacional y podría sumar sus primeros minutos en esta Libertadores, en un partido donde Bolívar no solo buscará ganar, sino también convencer a su hinchada de que aún tiene vida.