Fiesta sin final feliz: el Barça perdió en su último partido en Montjuïc ante el Villarreal (2-3)

El Barcelona se despidió del Estadio Olímpico Lluís Companys de Montjuïc con una derrota por 2-3 ante el Villarreal, en una noche que combinó fiesta, nostalgia y una costumbre que parece inquebrantable: perder en casa tras celebrar el título de Liga.

El equipo de Hansi Flick, ya consagrado campeón, afrontó el compromiso sin la presión de los puntos, pero con la responsabilidad de cerrar una etapa histórica en su estadio provisional. Villarreal, por su parte, llegó con la necesidad de asegurar su clasificación a la próxima Champions League, y cumplió con creces.

Ayoze Pérez abrió el marcador para la visita tras una jugada por la banda que descolocó a la zaga azulgrana. Lamine Yamal, con una joya desde la frontal, igualó con un golazo marca registrada, y luego Fermín López, tras otra acción del joven prodigio, dio vuelta el marcador con un remate perfecto.

Pero en el segundo tiempo, la relajación culé se notó. Santi Comesaña aprovechó una asistencia de Yeremi Pino para el empate y luego Buchanan cerró el partido con el 2-3 final. Así, el Villarreal no solo celebró su clasificación europea, sino que se convirtió en el único equipo en ganarle los dos partidos de Liga al Barça en Montjuïc.

La derrota no empañó la celebración del título, pero dejó claro que el Barça tiene una curiosa tradición: de nueve partidos como local tras asegurar el campeonato antes de tiempo en este siglo, solo ha ganado uno.

Montjuïc baja el telón, y el Barça lo hizo como dicta la historia reciente: campeón, pero sin victoria.