"Cuarentena económica": La crisis que asfixia a Bolivia

Desde hace años Bolivia viene remando y luchando contra una crisis económica que afectó a varios países de Latinoamérica.

El economista Juan Pablo Suárez comentó que, desde el año 2016, los indicadores fueron desmejorando, pero el Gobierno Nacional compensaba estas desmejoras con déficit fiscal, es decir, gastando más. Asimismo, el analista económico Ruddy Sanguino remarcó que Bolivia está calificado como uno de los países más riesgosos para invertir en Latinoamérica.

Así, según los especialistas la población en Bolivia quiere trabajar, pero la falta de condiciones quita oportunidades, ya que el problema del dólar afecta a todos. Consideran que la crisis económica ha generado desempleo, más pobreza de la que había antes, y que la población esté abrumada. Asimismo, apuntaron que la clase campesina y obrera está sopesando la crisis "por la mala administración del estado", ya que son quienes crean la economía y mueven el aparato productivo.

"Cuando está trabada la economía por regulaciones excesivas y porque hay desequilibrio macroeconómico -como la falta de divisas, se gastaron o ya no están las divisas en el Banco Central-, falta el 'aceite' en la economía", agregó Suárez.

Desde la población, se evidencia que en los mercados, todo está más caro, en los bancos no hay dólares y en los surtidores no hay combustible. Entonces, indicaron que, bajo esas condiciones, es difícil producir.

Por otro lado, dirigentes afirmaron que el 70% de los transportistas pasa días en las filas por combustible, en las que también está la población en general con vehículos particulares, perdiendo tiempo, horas de trabajo y dinero, además de la oportunidad de generar más ingresos, incluso de estudiar, capacitarse o prepararse para desafíos personales.

"En vez de estar trabajando una hora, esa persona está parada, esa mano de obra está parada ahí tratando de conseguir un insumo para producir. Entonces, eso significa una pérdida significativa para el país. De aquí para adelante, Bolivia va a tener que hacer ya no solo fila por combustible, sino por alimento, porque estamos impidiendo, poniendo trabas y dificultades para que la producción pueda continuar", agregó Sanguino.

Miles de hectáreas de producción agrícola están en riesgo porque no se las puede cosechar debido a la falta de diésel y eso también significa menos dinero para Bolivia. Productores expresaron su "desesperación" y "rabia" por la falta de combustible.

Desde la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) apuntaron también a la afectaciones por las limitaciones en exportaciones de carne y grano, pidiendo liberación de las mismas. "Necesitamos libertad para producir, trabajar, para decir las cosas, importar diésel en los momentos que más necesitamos", dijo José Luis Farah. También indicaron que están perdiendo clientes en el exterior a futuro.

La inflación es otro factor preocupante, ya que los productos de la canasta familiar e incluso los dulces incrementaron de precio. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación interanual está por arriba del 13%, es decir, todo está más caro que hace un año.

El precio de un producto sube porque es más caro de producir debido a la falta de dólares o combustible. La población pagará más caro o dejará de comprar. El que vende también reducirá sus ingresos teniendo así menos posibilidades de seguir invirtiendo. Al reducirse esa capacidad de consumo, Bolivia se vuelve mucho más pobre, consideró el analista Sanguino.

"La moneda boliviana vale menos. Hay un círculo vicioso. Hay un problema con importaciones, la gente siente miedo, no puede trabajar, viene un achicamiento en los ingresos de las empresas, de los emprendedores, de de los trabajadores; deja de gastar, se encoge más la economía. Genera una distorsión económica", apuntó Suárez.

En cuanto soluciones, Sanguino consideró que primero se debe quitar las regulaciones y permitir que tanto los bolivianos como aquellos extranjeros que quieran invertir en Bolivia, lo puedan hacer, con seguridad jurídica y económica,. Además, que se de incentivo para producir. "El capital, los productores, los inversionistas van a buscar eso, que tengan condiciones", añadió.

Sin embargo, el gobierno, desde el presidente Luis Arce hasta los ministros, dice que no hay crisis. "No hay miras de que esto cambie. Hay una camisa ideológica de parte del gobierno nacional que, por no aceptar o no ser pragmáticos, no toman medidas necesarias", concluyó Suárez.