Atención psicológica, el salvavidas invisible tras la violencia contra mujeres y niños

La atención psicológica no solo trata síntomas como ansiedad, depresión, ataques de pánico o trastornos del sueño.

11/04/2025 15:24

Atención psicológica, el salvavidas invisible tras la violencia contra mujeres y niños
Bolivia

Escuchar esta nota

En casos de violencia contra mujeres y maltrato infantil, la atención psicológica es fundamental para mitigar el impacto emocional y mental que estas experiencias generan en las víctimas. Más allá de las lesiones físicas, la violencia deja secuelas invisibles como el miedo, la ansiedad, la baja autoestima y el estrés postraumático, que pueden afectar profundamente la calidad de vida y el bienestar emocional. El acompañamiento terapéutico brinda un espacio seguro donde la persona puede reconstruirse, recuperar el control sobre su vida y encontrar herramientas para sanar.

Cristian La Torre, docente de la carrera de Psicología de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, destaca la importancia de la atención del profesional en psicología ante víctimas, o sobrevivientes de violencia. 

“La psicología desempeña un papel fundamental en la atención de mujeres y niños víctimas de violencia, a través de dos abordajes principales: el psicodiagnóstico y la psicoterapia”, sostiene La Torre.

La atención psicológica no solo trata síntomas como ansiedad, depresión, ataques de pánico o trastornos del sueño. También devuelve a la víctima algo que la violencia le arrebató: la confianza, la seguridad, el valor de su propia voz. Es un proceso de reconstrucción del ser.

Según explica el académico, el psicodiagnóstico actúa como una "fotografía" del estado psicológico actual de la víctima, utilizando pruebas y entrevistas para elaborar los respectivos informes. “A menudo (los informes) son requeridos en procesos judiciales, en los que la extensión y cantidad de sesiones están en función de los puntos a ser evaluados”, explica.

En cambio, la psicoterapia ofrece un espacio confidencial para explorar la "película" completa de la vida de la víctima, ayudándola a procesar el trauma y construir estrategias de afrontamiento a largo plazo, por lo que el tiempo se puede extender en función del propio proceso terapéutico de la persona.

La violencia en contra de mujeres y niños es una realidad. Según el Observatorio de Género de la Coordinadora de la Mujer, en 2023 se registraron más de 39.000 denuncias por violencia familiar. Otro dato más reciente, según la Fiscalía General del Estado, hasta enero de 2025 en Bolivia se reportó 50.325 casos de violencia contra mujeres, niños, niñas y adolescentes. Del total de los casos, más de 37.000 fueron reportados por violencia familiar o doméstica. 

Expertos en salud mental coinciden en que el acompañamiento psicológico debe ser parte del protocolo de atención integral a víctimas de violencia. “No basta con alejar al agresor o dictar una medida judicial. Si no se atiende la salud mental de la víctima, el daño continúa”, afirma la psicóloga clínica Marta Ruiz, especialista en trauma.

En cuanto a las estrategias psicológicas más efectivas para tratar, según el académico existen diversas corrientes ofrecen enfoques valiosos, aunque con limitaciones. Sin embargo, las principales corresponden a:

  • La neuropsicología se centra en las alteraciones cerebrales, pero puede descuidar factores psicosociales y subjetivos (entendiendo lo subjetivo como aquello que la persona piensa, siente y elabora respecto a lo que le sucedió y sucede en su vida). Además, se requiere el uso de aparatos de difícil acceso por su costo económico.
  • La psicología cognitivo-conductual modifica patrones de pensamiento y comportamiento, pero al centrarse en el comportamiento descuida la singularidad de cada caso.
  • La terapia sistémica considera las dinámicas familiares y cómo estas pueden producir y reproducir la violencia, pero puede pasar por alto la subjetividad individual en casos de violencia extrema.
  • El psicoanálisis profundiza en la subjetividad y el inconsciente, aunque su proceso puede ser prolongado y requiere una alta especialización.

“En última instancia, la elección de la estrategia dependerá de las necesidades y circunstancias particulares de cada víctima”, enfatiza La Torre.

La atención psicológica, en líneas generales es una intervención breve centrada en problemas concretos, útil para ayudar a las personas a comprender mejor una situación, tomar decisiones o enfrentar problemas inmediatos. 

Además, el apoyo psicológico no solo beneficia a las víctimas directas, sino que también es clave en procesos judiciales, educativos y comunitarios. Un abordaje integral permite romper ciclos de violencia, prevenir recaídas y promover relaciones más saludables. Reconocer la salud mental como parte esencial de la recuperación es un paso vital hacia una sociedad más empática, justa y libre de violencia.

Mira la programación en Red Uno Play

Comentarios

16:00

Amor de familia

17:00

La otra señorita oh

18:00

Notivisión

19:00

La previa mundial de clubes

22:00

Uno de película

00:00

Problemas y soluciones