La IA es un aporte en el derecho, pero se precisa el criterio de un profesional

La inteligencia artificial (IA) está transformando las profesiones de manera profunda, y el derecho no es la excepción. Esta tecnología puede automatizar procesos, agilizar la búsqueda de información relevante y analizar grandes volúmenes de datos. Sin embargo, el criterio y la experiencia del abogado son indispensables para guiar y complementar el trabajo de las máquinas.

“En el caso del derecho comercial y el derecho económico, es posible utilizar la IA para encontrar modelos de contratos fácilmente y para organizar documentos. Sin embargo, estos contratos no necesariamente recogen lo que el cliente necesita. Siempre es necesario que un abogado revise y estructure ese contrato para que convenga a ambas partes”, explica Bernardo Wayar Caballero, socio y director ejecutivo del estudio jurídico Wayar & Von Borries Abogados y presidente de la Sociedad Boliviana de Arbitraje.

Wayar participó en el taller de Argumentación Jurídica de la Competencia Boliviana de Arbitraje MOOT Bolivia 2024, organizado por el Centro de Conciliación y Arbitraje de la Cámara de Industria, Comercio y Servicios de Cochabamba (ICAM) y la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

La UNESCO explica que “el uso de la IA en los sistemas judiciales está siendo explorado por las judicaturas, los servicios de fiscalía y otros órganos judiciales específicos a nivel mundial. Por ejemplo, en el ámbito de la justicia penal, muchos sistemas judiciales del mundo entero ya utilizan sistemas de IA para brindar asistencia en investigación y automatizar los procesos de toma de decisiones”.

Por ello, el organismo internacional ofrece un curso gratuito para jueces y personal jurídico de cualquier de los países miembros. Además, de su Iniciativa de jueces de la UNESCO. En esa línea, el jurista boliviano advierte que, aunque la IA es muy útil para generar modelos de contratos y documentos legales, esta tecnología no está exenta de limitaciones o errores. 

“La generación de modelos de contrato puede ser muy útil, pero debe ser monitorizada. Es necesario que el abogado vigile que estos documentos se ajusten, por ejemplo, a la legislación nacional y que no contengan errores; asimismo, esta funcionalidad es sobre todo útil en el caso del derecho comercial y corporativo, pero no tanto en otras áreas legales”, agrega.

En el derecho civil y penal, el uso de la IA es diferente. Esta herramienta se emplea principalmente para buscar jurisprudencia o casos similares, pero siempre requiere la supervisión y el análisis de un profesional. 

“En el caso de su uso en el derecho penal o civil, la doctrina es diferente y el uso de la IA también, ya que dependen de la jurisprudencia y la doctrina generada en casos similares, la cual puede ser levantada por la IA, pero debe ser revisada por un abogado”, señala Wayar.

El reconocido jurista también resalta que algunos países han prohibido el uso de la IA en decisiones judiciales debido a errores significativos cometidos. Sin embargo, subraya que, utilizada correctamente, la IA puede ser una herramienta de apoyo invaluable. 

“La inteligencia artificial puede ser útil en la medida en que se utilice para apoyar el razonamiento y el pensamiento, aprovechando la experiencia y la doctrina generada a lo largo del tiempo”.

El abogado experto en derecho informático William Llanos, docente de la carrera de Derecho de Unifranz, destaca que la complejidad del derecho y el volumen de información legal generan una necesidad urgente de transformación. 

“La automatización se ha convertido en un elemento clave, ya que los algoritmos de IA pueden llevar a cabo tareas repetitivas, como revisar documentos legales e identificar precedentes. Este proceso automatizado no solo agiliza el trabajo, sino que también reduce la posibilidad de errores y ambigüedades en los textos legislativos”, explica Llanos.

La IA también ofrece capacidades analíticas para examinar grandes volúmenes de datos legales, facilitando tareas como la investigación de pruebas, el análisis de precedentes legales y la predicción de desafíos potenciales. 

“Estos modelos examinan casos previos y datos relevantes para prever resultados y consecuencias, permitiendo anticipar desafíos potenciales”, acota Llanos.

Un ejemplo clave del impacto de la digitalización en el derecho es la gestión de archivos judiciales. Países como Chile volvieron informáticos sus expedientes, permitiendo que el sistema judicial continuara operando durante la pandemia gracias al acceso en línea. Llanos señala que Bolivia también ha comenzado a implementar reglas para generar expedientes electrónicos, lo que podría aliviar la sobrecarga de archivos físicos y facilitar la búsqueda de información.