Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2024, reportó un aumento del 79% en casos de sarampión a nivel global, atribuyéndole a la disminución de coberturas de vacunación durante la pandemia de Covid-19.
10/06/2025 15:14
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El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa. La reaparición de brotes de esta afección ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias. Prevenir el sarampión es fundamental para proteger la salud pública, ya que esta enfermedad puede provocar complicaciones graves, especialmente en niños pequeños, personas con sistemas inmunológicos debilitados y adultos no vacunados.
Wendy Vásquez, experta en infectología y docente de la carrera de Medicina de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, sostiene que esta enfermedad se consideró erradicada en el país durante muchos años, sin embargo, ahora está pisando el territorio boliviano y vuelve a amenazar debido a la presencia de casos confirmados.
“Para prevenir el sarampión, la mejor estrategia es la vacunación. En esta etapa la vacunación ya está accesible. Además, se debería tomar también las prácticas de higiene para evitar el contacto con personas infectadas y promover campañas de vacunación. Son las medidas clave para evitar la propagación del sarampión”, explica la académica.
Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2024, reportó un aumento del 79% en casos de sarampión a nivel global, atribuyéndole a la disminución de coberturas de vacunación durante la pandemia de Covid-19. También recomendó fortalecer la vigilancia de la afección y de realizar campañas masivas de vacunación. De la misma manera, se destaca que el resurgimiento del sarampión se debe a movimientos antivacunas y políticas de vacunación inadecuadas.
“En Bolivia, pues ya hay brote. Se deben realizar esfuerzos intensivos para vacunación, en campañas de sensibilización para controlar y reducir la transmisión de esta enfermedad. La vacunación masiva y la vigilancia epidemiológica son fundamentales pilares para mantener la población protegida”, explica Vásquez.
Como indica la académica, la principal y más efectiva herramienta de prevención es la vacunación con la triple viral (SRP), que protege contra sarampión, rubéola y parotiditis. Esta vacuna debe aplicarse en dos dosis: la primera entre los 12 y 15 meses de edad, y la segunda entre los cuatro y seis años. Cumplir con este esquema es fundamental para asegurar una inmunidad duradera.
Claves para prevenir el sarampión
“Los niños pequeños son los más protegidos, adultos que no hayan recibido la vacuna y personas con sistema inmunológico muy débil”, destaca Vásquez. Los adultos también deben verificar si están vacunados o si tienen inmunidad natural. Aquellos que no recibieron ambas dosis o que no recuerdan su estado de vacunación, pueden requerir una aplicación de refuerzo, especialmente si viajan o están en zonas con brotes activos.
El sarampión se transmite por el aire a través de gotas respiratorias, y basta con que una persona infectada estornude, tosa o hable cerca de otras para propagar el virus. Su contagiosidad es tan alta que una persona infectada puede contagiar a nueve de cada diez personas no inmunizadas que estén a su alrededor. Por eso, la vacunación masiva y la cobertura comunitaria son claves para frenar su propagación.
En Bolivia, el sarampión ha resurgido tras un período de control. En lo que va del 2025, Santa Cruz enfrenta su mayor nivel de emergencia epidemiológica, con siete casos confirmados que llevaron al Servicio Departamental de Salud (Sedes) a declarar alerta roja sanitaria. La medida responde al riesgo inminente de contagio comunitario, debido a la circulación activa del virus en diversas zonas del departamento.
La detección temprana y el aislamiento del paciente son medidas complementarias a la vacunación. Las personas contagiadas deben permanecer alejadas de espacios públicos días después de la aparición del sarpullido en la piel, para evitar nuevas infecciones.
La prevención del sarampión en jóvenes y niños es fundamental debido a su alta contagiosidad y potencial para causar complicaciones graves. “Las complicaciones más graves del sarampión son: neumonía, encefalitis, diarrea severa, pérdida de la visión y en casos más extremos pues que fallezca la persona”, asevera la académica. Es por eso, que la responsabilidad es compartida, y comienza con la vacunación y se complementa con información, vigilancia y compromiso ciudadano.
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