“Es un milagro”: Un niño atribuye al fallecido Papa Francisco la curación de su tumor maligno (Video)

Hace una década, la vida de Ricardo Padilla pendía de un hilo. Con solo cinco años, fue diagnosticado con un tumor maligno en etapa 4, alojado en el tronco del cerebro, una zona inoperable según los médicos. Le dieron un pronóstico terminal. Hoy, a punto de cumplir 15 años, Ricardo es un joven sano. Su familia atribuye su recuperación a la fe... y a un encuentro con el Papa Francisco.

“Cuando me dijeron que el tumor estaba en el tronco del cerebro, sentí que todo se venía abajo”, recuerda Belén Padilla, madre de Ricardo. “Pero nunca solté mi fe”. Pasó un año y medio entre tratamientos, oraciones y esperanza. Hasta que un día, una llamada cambió todo, una maestra del colegio de Ricky les ofreció la posibilidad de viajar a la Ciudad de México para ver al Papa Francisco en su visita de 2016.

A pesar del riesgo de interrumpir el tratamiento, Belén no dudó. “El doctor me dijo que podía ser peligroso, que el tumor podía expandirse. Pero yo le respondí con fe, Ricky va a estar bien”.

Gracias a una colecta organizada por los maestros, la familia logró reunir el dinero para el viaje. El momento del encuentro fue inolvidable. “Me sentí muy feliz cuando lo abracé”, dice Ricardo. “Ahí fue cuando bajó Dios nuestro Señor”.

Días después del encuentro, el milagro comenzó a manifestarse. Nuevos estudios médicos revelaron una mejoría inexplicable. “Me dijeron que ya no había tumor, solo una pequeña manchita”, relata su madre, con la voz entrecortada. “Yo solo pude decir: es un milagro”.

Desde entonces, Ricardo ha sido declarado en remisión. Solo acude al médico para chequeos de rutina. Entre los recuerdos más preciados de la familia están una carta del Vaticano, la ropa que Ricky usó en su encuentro con el Papa y, sobre todo, la certeza de haber vivido un momento que les cambió la vida para siempre.

“Cuando el Papa se fue, me sentí un poco triste”, confiesa Ricardo. “Porque él me ayudó con el cáncer”.