Imponen manilla electrónica y le prohíben uso de redes a Bolsonaro

El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha sido puesto bajo nuevas y estrictas medidas cautelares, incluyendo el uso de una tobillera electrónica y la prohibición de usar redes sociales y de contactar con funcionarios extranjeros, según confirmó la Policía Federal de Brasil. La decisión del Tribunal Supremo Federal (STF) llega en un momento de intensificación de las investigaciones por un presunto complot para anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2022 y mantenerse en el poder.

Agentes de la Policía Federal registraron la casa y la sede política de Bolsonaro en Brasilia este viernes por la mañana para colocarle el dispositivo. El STF justificó estas medidas, incluyendo el arresto domiciliario parcial (de 19:00 a 07:00 horas y los fines de semana), citando un "creciente riesgo de fuga" por parte del exmandatario.

Bolsonaro, quien ha negado las acusaciones de liderar un intento de golpe de Estado contra el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva, enfrenta un juicio que podría culminar en una sentencia de más de 40 años de prisión, con una decisión esperada entre septiembre y octubre.

Las restricciones impuestas a Bolsonaro son amplias. Además de la tobillera electrónica, se le ha prohibido el contacto con embajadores y diplomáticos extranjeros, así como con su hijo, el diputado Eduardo Bolsonaro. Este último se encuentra en Estados Unidos, donde ha estado abogando por su padre y, según informes, ha influido en las declaraciones del expresidente estadounidense Donald Trump.

Trump expresó su apoyo a Bolsonaro, calificando el proceso judicial como una "caza de brujas" y llegando a amenazar con imponer aranceles del 50% a las importaciones brasileñas si el juicio no terminaba "inmediatamente". La familia Bolsonaro ha sugerido que la única vía para evitar estas posibles sanciones es una amnistía para el expresidente, quien ya fue inhabilitado para ejercer cargos públicos en otra causa.

El juez del STF, Alexandre de Moraes, quien instruye el proceso, habría tomado estas medidas cautelares, incluyendo la confiscación previa del pasaporte de Bolsonaro a principios de 2024, para evitar que el expresidente busque asilo en el extranjero, como en la embajada de Estados Unidos, una hipótesis que se había barajado.

Según la Policía Federal, Bolsonaro ha llevado a cabo acciones para dificultar el juicio por intento golpista, las cuales podrían ser consideradas como delitos de coacción, obstrucción a la Justicia y ataque a la soberanía nacional. La situación legal de Bolsonaro continúa siendo un punto central de la política brasileña y genera atención internacional.