“¡Jugaba al Monstruo!”: El profesor abusaba a niños de un kínder en el baño

Un horrible caso de abuso sexual ha salido a la luz en un kínder en Tlalpan (México) Padres de familia denuncian que un maestro de música se escondía en el baño para tocarlos. El dolor y la furia se apoderan de Darinka Flores, madre de una de las víctimas.

La madre de uno de los niños afectados dio a conocer el caso y denunció lo ocurrido, pero a pesar de sus esfuerzos el caso no avanzó significativamente por un año. Mientras los relatos son estremecedores, los niños contaron a sus padres que el maestro de música jugaba con ellos ‘al monstruo’ y así era como los violentaba.

Darinka Flores, es mamá de uno de los pequeñitos afectados en este kínder contó su historia, su testimonio, reveló que su pequeño no quería contar nada, pero luego le dijo lo que le ocurrió, contó lo ocurrido como un secreto.

Con dificultad y palabras entrecortadas, le relató que un maestro del kínder entró al baño mientras él estaba ahí, levantó su ropa y lo observó. “Él me dijo que se salió corriendo, pero el maestro le reclamó que no se había limpiado bien”, contó Darinka.

Desconcertada y llena de angustia, la madre acudió de inmediato a la dirección del kínder. Sin embargo, su testimonio fue minimizado. "Quizá lo confundió con el tema del cuerpo humano que estamos viendo en clase", le respondieron las autoridades escolares. Pero ella no se quedó de brazos cruzados. Levantó un acta administrativa y buscó apoyo en otros padres.

El 8 de diciembre, se organizó una manifestación informativa en la escuela para alertar a las familias sobre lo sucedido. Pero en lugar de escucharla, la directora desacreditó su denuncia, calificándola de "chisme".

Para Darinka, este encubrimiento refleja una realidad alarmante: “Muchas personas, en su completa estupidez, prefieren ponerse del lado del agresor que de las víctimas”, dijo con impotencia.

El tiempo ha pasado y la justicia sigue sin llegar. "Denuncié el 8 de diciembre, y hasta el 10 de enero de 2025 fui llamada nuevamente a la fiscalía para otra entrevista", lamenta Darinka. Pero lo más indignante es que, a pesar del daño emocional evidente en su hijo, las autoridades no le han brindado el apoyo necesario.

"La fiscalía me dijo que tenía que buscar un neuropsiquiatra por mi cuenta, porque no cuentan con psicólogos para atenderlo. Mi hijo lleva un año sin recibir la ayuda que necesita", denunció. Mientras tanto, han sido los propios padres quienes han trabajado para que el niño supere sus miedos, aunque aún quedan cicatrices. “Le tiene miedo a la oscuridad y al baño. Cuando volvimos a la fiscalía, me preguntó por qué íbamos y cuando le dije que era por el maestro Daniel, me dijo: ‘No quiero hablar de eso’”.

A pesar del dolor y la frustración, Darinka no se rinde. "Nunca quieres que tu hijo sea víctima de algo así. Al principio dudas, piensas que quizá lo inventó, pero cuando recuerdas que es un niño de cuatro años, que no conoce ni el bien ni el mal, confirmas que debes creerle", expresó con firmeza.

Ahora, su exigencia es clara: "Pido que el juez dicte prisión preventiva y que se investigue a quienes encubren al maestro. Las maestras decían que mi hijo nunca iba solo al baño, pero yo misma lo vi hacerlo".

El caso de Darinka y su hijo es un reflejo de cómo el sistema, en lugar de proteger a las víctimas, las obliga a demostrar una y otra vez lo que sufrieron. Mientras tanto, un niño de cuatro años sigue esperando justicia, y una madre sigue luchando contra la indiferencia.