La salud del Papa Francisco se mantiene estable tras complicaciones respiratorias

El Papa Francisco continúa con su tratamiento médico y su estado clínico se mantiene estable, según el comunicado de prensa divulgado este sábado 1 de marzo por la Santa Sede.

Después de enfrentar un broncoespasmo que le causó vómitos y requirió ventilación mecánica, el Pontífice alterna entre ventilación no invasiva y oxigenoterapia de alto flujo, manteniendo una buena respuesta al intercambio gaseoso.

Además, el Papa, de 88 años, no presenta fiebre y los análisis de sangre resultan normales, sin detectar alteraciones. Los parámetros hemodinámicos se mantienen estables, lo que significa que el flujo sanguíneo y la presión arterial están dentro de los niveles normales.

El Santo Padre también sigue alimentándose por sí mismo y realiza fisioterapia respiratoria, colaborando activamente con su tratamiento. En todo momento, se mantiene vigilante y orientado, según la información oficial de la Santa Sede.

El pronóstico del Papa sigue siendo reservado, pero los médicos se muestran optimistas con su evolución. El Pontífice continúa bajo observación mientras se mantienen las medidas terapéuticas necesarias para su recuperación.