El mandatario de estado tuvo el vuelo más largo de su vida luego que se registrara ‘dificultades’ en el avión presidencial.
03/10/2024 9:06
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El presidente de Brasil, Lula da Silva, despegaba del aeropuerto de la Ciudad de México, donde participó de la jura de la presidenta Claudia Sheinbaum. A los minutos de haber abordado el avión presidencial el mandatario junto a su esposa, Rosângela da Silva (Janja), ministros y senadores se percataron de que algo no estaba bien.
Primero se registraron turbulencias mientras la aeronave ascendía, el piso prácticamente temblaba y salía humo de una de las turbinas. Lula da Silva saló de su asiento y se dirigió a la parte delantera del avión para comprobar lo que ocurría.
Los pilotos le indicaron que los problemas que atravesaba el avión eran porque estaba “lleno de combustible” y tendrían que gastarlo, no podrían aterrizar con todo ese peso en la aeronave.
¿Cómo gastarían el combustible? El dignatario de estado decidió seguir el consejo de su esposa, se quedaron cerca de la pista del aeropuerto internacional Felipe Ángeles, dieron aproximadamente unas 50 vueltas para gastar el combustible.
Fue una situación tras otra, que hicieron que un indignado Lula maldijera en varias oportunidades, recordó que la aeronave volvió de mantenimiento luego de 90 días. Pero trató de hacer la situación llevadera con bromas de la situación.
Pero horas más tarde, los pilotos volvieron a darle una ‘noticia nada grata’, requerían de otras dos horas para gastar 700 litros de combustible. Totalmente irritado, indicó que se dirigiría al Congreso, para que autorice la compra de nuevos aviones.
El avión aterrizó sin inconvenientes a las 22.16 (hora local). Según el sitio de radares aéreos Flight Aware, el avión, un Airbus A319CJ, voló en un patrón circular durante cinco horas antes de aterrizar.
Esta fue su trayectoria de vuelo:
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