Medio centenario de jefes de Estado y de gobierno respondieron a la invitación del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva para asistir a esta ciudad fluvial.
06/11/2025 7:19
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Los líderes de parte del mundo se reunieron este jueves y viernes en la ciudad amazónica de Belém para intentar salvar la lucha por el clima, amenazada por divisiones, tensiones internacionales y la retirada de Estados Unidos.
Medio centenario de jefes de Estado y de gobierno respondieron a la invitación del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva para asistir a esta ciudad fluvial, antes de la COP30 de la ONU (10-21 de noviembre).
La elección de Belém generó polémica debido a su limitada infraestructura, que encareció los precios y complicó la llegada de pequeñas delegaciones y ONG.
Brasil incluso destinó fondos para alojar gratuitamente a delegados de los países más pobres en dos cruceros fletados para la ocasión.
Nunca antes esta ciudad de casi 1,4 millones de habitantes, de los cuales la mitad vive en favelas, había acogido un evento internacional de tal magnitud.
Las autoridades aprovecharon para dar una nueva imagen a la ciudad
"La COP le da a Belém la notoriedad que merece. Es importante que las miradas se dirijan a nuestra región, a la Amazonía", celebra Karol Farias, de 34 años, una maquilladora en el emblemático mercado Ver-o-Peso, completamente renovado.
Sin embargo, el sitio de la cumbre, el Parque de la Ciudad, aún era una zona en construcción el miércoles, repleta de trabajadores atareados levantando tabiques o colocando mobiliario, constató la AFP.
Los atascos en Belém empeoraron con el cierre de algunas vías.
"No tengo nada en contra de la COP, pero Belém no tiene la infraestructura necesaria para recibir un evento así", protestó el taxista Agildo Cardoso.
Se movilizaron unos 10.000 agentes de las fuerzas del orden, así como 7.500 militares.
- "Basta de hablar" -
Para la presidencia brasileña, el objetivo es salvar la cooperación internacional diez años después del Acuerdo de París
Y ello en un momento sombrío para el clima, puesto que la ONU admite que el mundo superará en los próximos años el umbral crítico de 1,5 °C de calentamiento global.
Brasil no buscará grandes decisiones en Belém: quiere que la COP30 consagre compromisos concretos y organice un seguimiento de las promesas pasadas, por ejemplo, sobre el desarrollo de energías renovables.
"Basta de hablar, es momento de implementar lo que hemos acordado", declaró Lula en una entrevista con la AFP y otras agencias de prensa.
Brasil lanzará este jueves un fondo dedicado a la protección de los bosques (TFFF) y un acuerdo para cuadruplicar la producción de combustibles "sostenibles".
Varios países también quieren ampliar los compromisos para reducir las emisiones de metano, gas que contribuye significativamente al calentamiento global.
- Príncipe Guillermo, Macron, Petro -
Ciento setenta países participan en la COP30, pero Estados Unidos, el segundo mayor contaminador del mundo después de China, no envía una delegación
Eso es, sin embargo, un alivio para quienes temían que Washington obstaculizara los avances, como ocurrió recientemente al bloquear un plan mundial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte marítimo.
El presidente francés Emmanuel Macron, el colombiano Gustavo Petro y el príncipe Guillermo de Inglaterra participarán en la cumbre.
La mayoría de los líderes del G20, incluidos China e India, no asistirán.
Donald Trump, invitado por Lula, ignoró la conferencia. La segunda retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París se suma a un entorno internacional tenso, de guerras comerciales y conflictos.
- "No es caridad" -
Buena parte del mundo en desarrollo sigue insatisfecha tras el acuerdo alcanzado el año pasado en Bakú sobre financiación climática y quiere volver a poner el tema sobre la mesa.
"No se trata de caridad, sino de necesidad", declaró a la AFP Evans Njewa, diplomático de Malaui que preside el grupo de los países menos desarrollados
La Unión Europea o los pequeños Estados insulares (Aosis) quieren, sobre todo, avanzar más en la reducción de las emisiones, abordando el tema de las energías fósiles.
"Muchos de nuestros países no podrán adaptarse a un calentamiento que supere los 2 °C", confió a la AFP Ilana Seid, diplomática del archipiélago pacífico de Palaos y presidenta de Aosis. "Algunos de nuestros países insulares dejarían de existir".
Brasil, que se presenta como un puente entre el Norte y el Sur, no está exento de paradojas: a la vez que logra frenar la deforestación, dio luz verde a la exploración petrolera frente a las costas de la Amazonía.
"Es muy contradictorio", dijo Angela Kaxuyana, de la Coordinación de Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña.
"Los mismos países" que se comprometen con el clima son los que "negocian la exploración petrolera" en la mayor selva tropical del planeta, lamentó en Belém.
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