Tragedia en la India: El último vuelo de Sara, la niña que iluminaba las aulas

En uno de los peores desastres aéreos que ha golpeado a India en décadas, un avión de Air India con destino a Londres se estrelló el jueves 12 de junio poco después de despegar, cobrando la vida de al menos 240 personas.

Entre las víctimas se encontraba Sara Nanabawa, una niña británica de apenas cuatro años cuya muerte ha conmovido profundamente tanto en India como en el Reino Unido.

Sara viajaba con sus padres, Akeel Nanabawa y Hannaa Vorajee, una familia originaria de Gloucester, Inglaterra. Lo que debía ser un viaje sorpresa a la India se convirtió en una tragedia inimaginable. El avión, que llevaba 242 personas a bordo, impactó contra un edificio que albergaba un hostal de estudiantes de medicina en la ciudad de Ahmedabad, en el noroeste del país.

"La mayoría de los cuerpos están carbonizados y quedaron irreconocibles", declaró Vidhi Chaudhary, alta funcionaria de la policía local, al describir la magnitud de la tragedia.

En medio del dolor y el horror, solo un pasajero sobrevivió: Vishwashkumar Ramesh, quien se encuentra hospitalizado con múltiples heridas pero fuera de peligro, según informaron los médicos.

Pero es la historia de Sara la que ha roto corazones. Su corta vida, llena de alegría y luz, ha sido recordada por quienes la conocieron. Abdullah Samad, director de la escuela primaria a la que asistía, no pudo contener las lágrimas al hablar de ella.

“Sara era un rayo de sol que iluminaba nuestras aulas. Tenía una risa contagiosa, una curiosidad sin límites y una dulzura que tocaba a todos los que la rodeaban. La pérdida de ella y su familia nos deja un vacío imposible de llenar”, expresó Samad a la BBC.

La familia Nanabawa Vorajee era conocida por su compromiso con causas humanitarias. En su comunidad de Gloucester, participaron en diversas iniciativas, incluida la ayuda enviada recientemente a Gaza. "Eran personas honorables, entregadas a hacer del mundo un lugar mejor", añadió el director.

En medio de los escombros y el humo, el nombre de una niña de cuatro años resuena con fuerza, Sara, la pequeña que con su breve vida tocó muchas almas, y cuya luz, aunque apagada demasiado pronto, seguirá brillando en el recuerdo de quienes la amaron.