La pelea de boxeo más infame que se haya visto

Red Uno de Bolivia.- Era una pelea con las apuestas volcadas totalmente a favor del estadounidense de 21 años, toda una promesa del boxeo en pleno ascenso con 14 victorias, 11 por nocauts y ‘0’ derrotas.

Al otro lado estaba el púgil de Puerto Rico, Luis Resto de 29 años que era casi un desconocido al que nadie le daba crédito.

La pelea estaba pactada a 10 asaltos, sin embargo a partir del 3º round los golpes de Resto estaban destruyendo la humanidad de Collins y el público no podía creer lo que veía. El estadounidense le dijo a su entrenador que Resto parecía tener ladrillos en las manos, y continuó el combate hasta el final.

Desfigurado y con mucho dolor Billy Collins Jr perdió la pelea por puntos. Como gesto de solidaridad el puertorriqueño se acercó a felicitarlo con un abrazo efusivo, y en ese momento el entrenador de Collins, que era su propio padre se percató que había algo raro en los guantes de Resto.

Efectivamente, los guantes fueron adulterados, les habían quitado el relleno de espuma y colocado en su lugar yeso.

Luego de una investigación, las autoridades deportivas del boxeo inhabilitaron a Luis Resto de por vida y la justicia lo condenó a 3 años de cárcel junto a su entrenador Panamá Lewis.

Nueve meses después de esa trágica derrota Billy Collins falleció en un accidente automovilístico el 6 de marzo de 1984. Sin embargo, antes el boxeador había caído en una espiral de depresión, alcoholismo y drogadicción, lo que llevó a creer a su padre que su muerte fue en realidad un suicidio.

Muchos años más tarde esta historia no sería olvidada y fue plasmada en un documental del año 2008 llamado ‘Assault In The Ring’, en el cual Luis Resto admitió su culpa, pero además visitó a la viuda de Collins para pedirle perdón. Posteriormente se arrodilló ante la tumba de Billy Collins y exclamó las siguientes palabras: ‘Lo siento por lo que te hice’.

La sucia acción de Luis Resto quizás le haya costado la vida a Billy Collins, sin embargo esta historia quedó registrada en la memoria del boxeo como uno de los hechos más siniestros e infames de los que se tenga conocimiento en este deporte.