Rosario foco de violencia 'narco', al menos seis muertos en una semana

Este martes 12 de marzo, se reportó otra muerte violenta en Rosario. Se trata de un joven que fue baleado la semana pasada y estaba internado en un hospital.

El hombre se convierte en la sexta víctima mortal de la violencia narco en la ciudad argentina, solo en lo que va de marzo.

El joven de 22 años, identificado como Mario Ezequiel Marini, estaba internado en grave estado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) desde el pasado 5 de marzo, tras ser atacado a balazos en su propia casa. Hoy, no aguantó más y murió, reporta tiempodesanjuan.com.

Según la causa, a cargo de la Fiscalía de Homicidios Dolosos, el ataque ocurrió dentro de la vivienda de la víctima, a muy corta distancia, y aún no estaba claro el móvil.

El ataque a balazos contra Marini ocurrió el martes de la semana pasada aproximadamente a las 19, y según informó el Ministerio Público de la Acusación (MPA), cuando el móvil policial llegó al lugar, la víctima ya había sido trasladada al Heca en un vehículo particular.

Al centro de salud, el joven ingresó con el diagnóstico de herida de arma de fuego en el abdomen. Este martes y tras confirmarse la muerte del joven, el MPA anticipó que las investigaciones de los homicidios de los últimos días se redistribuirán entre los fiscales que conforman la Unidad de Homicidios Dolosos.

Marini se convirtió este martes en la sexta persona asesinada en marzo, en la zona de influencia de Rosario.

¿Por qué Rosario se convirtió en el epicentro de la violencia narco en la Argentina?

El problema del narcotráfico en la ciudad de Rosario, ubicada en la provincia de Santa Fe, es la extrema violencia y no tanto el volumen de droga que se mueve en la calle. Más de 30 bandas se reparten el microtráfico y las extorsiones en 14 barrios. Aun cuando sus jefes llevan presos varios años.

El problema es la violencia, las muertes (casi 2.000 en una década) y el descontrol... un verdadero monstruo que, tras un verano relativamente tranquilo, volvió a levantar la cabeza en los últimos días, informa Clarín en un reportaje publicado hoy.

Todos y cada uno de los jefes narcos de la ciudad -con Ariel "Guille" Cantero (35), Esteban Lindor Alvarado (44), y Julio Andrés Rodríguez Granthon (30) al tope de la lista- están presos hace años.

Sus segundas y hasta terceras líneas también cayeron, al igual que los lideres de otros clanes como los Ungaro, los Funes o los Pillines.

Una teoría para explicar la reciente ola de homicidios a inocentes sostiene que, como estos capos comenzaron a vivir bajo regímenes penitenciarios cada vez más cerrados y aislados, iniciaron una guerra con las autoridades.

Muchos de los narcos con poder en Rosario no arrancaron su vida en el delito con la droga, sino con los asaltos. El caso más emblemático es el de Alvarado, que aún hoy se jacta de haber robado bancos, blindados, grande supermercados y montado desarmaderos de autos de lujo.

Estos hombres violentos, "de caño", con el tiempo se dieron cuenta que era más rentable y menos riesgoso vender cocaína. Cambiaron de rubro, migraron, pero la violencia con la que se manejaban para robar la importaron al negocio del narcomenudeo.

La Policía santafesina también es un factor distintivo a tener en cuenta, ya que pasó a integrar las bandas y a estar subordinada a ellas.