A pesar de la llegada del combustible, continúan las filas interminables por combustible en el eje troncal del país

En las últimas semanas, Bolivia ha enfrentado una crisis de abastecimiento de combustible que ha generado largas filas en las estaciones de servicio de ciudades como Cochabamba, La Paz y Santa Cruz. Sin embargo, recientes informes indican una mejora en la situación, con una mayor fluidez en la carga de combustibles y una reducción en los tiempos de espera.

En Cochabamba, conductores que anteriormente esperaban más de siete horas para abastecerse, ahora reportan tiempos de espera de aproximadamente una hora. Un conductor comentó: "Por WhatsApp he averiguado con algunos amigos, y me dijeron que aquí estaba más rápido". Esta mejora se atribuye a una mayor coordinación y comunicación entre los usuarios para identificar las estaciones con menor congestión.

En La Paz, la situación también ha mostrado avances significativos. Anteriormente, los conductores esperaban entre tres y cinco horas para cargar combustible; ahora, los tiempos de espera se han reducido a entre una hora y media y dos horas. Según informes, las cisternas están distribuyendo más de 25,000 litros de combustible en las estaciones, y la atención se extiende hasta la medianoche para satisfacer la demanda.

Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) ha informado que el abastecimiento ha alcanzado el 80% y que se espera normalizar la situación en la próxima semana. Las cisternas han sido despachadas desde plantas en Senkata y Palmasola, garantizando la distribución en las principales ciudades del país.

A pesar de las mejoras, la necesidad de combustible sigue siendo alta, y muchos conductores continúan haciendo filas en las estaciones de servicio. En Santa Cruz, se han observado filas en ambos carriles de las avenidas, con conductores buscando tanto diésel como gasolina. Durante la espera, algunos conductores buscan formas de pasar el tiempo, como conversar con familiares o jugar a las cartas.