Asociación de Hombres Oprimidos denuncian discriminación y piden igualdad de derechos en casos de violencia

Arturo Quispe, representante de la Asociación de Hombres Oprimidos, fundada en la ciudad de El Alto, denunció este miércoles que los casos de violencia, asesinato y otros contra hombres no son tomados en cuenta, y mucho menos son investigados por las autoridades.

Según la denuncia desde la gestión 2013 los hechos de violencia contra hombres protagonizado por mujeres no han cesado, más al contrarío se habrían incrementado.

“Han sido asesinados por su propia pareja, si no es por su esposa es por su grupo familiar”, manifestó Quispe. 

Según el representante del sector, no tienen la cifra exacta, sin embargo, se conoce que por día existen de 2 a 3 testimonios de hombres que denuncian a sus esposas o concubinas por agresiones físicas, o que finalmente terminan asesinados en sus manos.

“Casos como rajados de la cabeza, rascados, botados de domicilios existen, si nosotros nos quejamos, debemos denunciar los casos por violencia, y en ese caso nos envían a sacarnos del forense días de impedimento y finalmente el fiscal sobre este resultado, solo lo califica como lesiones leves”, aseveró Quispe.

Según Quispe la Ley 348 es atentatoria, ya que no protege a los varones de este tipo de delitos.

“Si levanta la voz el hombre tiene que ser encarcelado, nosotros nos estamos organizando y vamos a salir en un mitin frente al Ministerio de Justicia, reclamando la equidad de género, con igualdad de derechos”, puntualizó Quispe.

Si un hombre muere en manos de su pareja, la asesina tendría solamente según la denuncia, una pena de 20 años de cárcel, sin embargo, denunció que si la víctima es una mujer la pena sería de 30 años para el hombre.   

El representante de esta organización pide que otra Ley sea trabajada por autoridades, y que se realicen procesos justos, para que la policía y el Ministerio Público investiguen los casos con celeridad.

En pasados días se conoció el caso de una mujer de 25 años quien castró a su concubino, por una presunta infidelidad, le realizó el corte de uno de sus testículos, y marcó con un instrumento quirúrgico su nombre en los glúteos de la víctima, para posteriormente volverle a coser el órgano masculino.

Siendo este hecho catalogado como extremadamente violento, según la Asociación de Hombres Oprimidos como este caso, existirían muchos, no solo de asesinatos, sino también de violencia ejercida por la mujer contra el hombre, los mismos no serían tomados seriamente, ni existiría celeridad en las investigaciones, por parte de las autoridades.