Australia trata de cerrar el paso a una variante del virus con pruebas a los viajeros

CANBERRA, 8 ene (Reuters) - Las personas que viajen a Australia tendrán que mostrar una prueba negativa de COVID-19 antes de poder subir al avión, dijo el viernes el primer ministro australiano, Scott Morrison, después de que la ciudad de Brisbane decretase un confinamiento tras descubrirse allí un caso de una nueva variante del coronavirus.

Los más de dos millones de residentes de Brisbane, la tercera ciudad más grande de Australia, no podrán salir de sus casas —salvo por cuestiones de máxima necesidad— durante tres días a partir del viernes.

La medida llega después de que un trabajador de un hotel en cuarentena diera positivo en la nueva variante del virus, que fue detectada por primera vez en Reino Unido.

Australia ha registrado varios casos de la variante, pero este es el primero que se detecta fuera del sistema de cuarentena. También se ha registrado, en el mismo hotel, la variante de COVID-19 detectada por primera vez en Sudáfrica.

Se desconoce si el trabajador del hotel, un limpiador, se contagió de alguien procedente de Reino Unido. En cualquier caso, a partir de ahora, cualquier persona que quiera viajar a Australia deberá contar con un test PCR de resultado negativo.

Morrison justificó el cierre de Brisbane argumentando el peligro que supondría que la nueva variante se convierta en la cepa dominante del virus.

"Sé que habrá algunas personas en Brisbane que se preguntarán '¿Es esto necesario? Solo hay un caso'. Bueno, este no es un caso ordinario. Este es un caso muy especial y requiere que tratemos las cosas de manera muy diferente", indicó Morrison.

Australia ha registrado hasta el momento unos 28.500 casos de coronavirus y unas 900 muertes, mucho menos que otros países, en parte debido a los estrictos controles fronterizos desde el comienzo de la pandemia.

 

(Información adicional de Renju Jose; editado por Robert Birsel; traducción de Jorge Martínez)