El reclamo central del sector es el ajuste de tarifas de flete, que según señalan, han quedado desfasadas frente al incremento de costos operativos.
16/05/2025 17:12
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El transporte de combustibles en Bolivia atraviesa una de sus crisis más profundas. La Federación de Cisterneros del Oriente declaró estado de emergencia y advierte que, si hasta el martes no reciben una convocatoria por parte de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), dejarán de operar a partir del miércoles.
“Estamos en estado de coma. Si no nos llaman hasta el día martes, a partir del día miércoles dejamos de cargar. No porque no queramos, porque realmente ya no podemos. Los números no nos dan. Estamos en rojo, en estado crítico”, declaró Maikol Montaño, presidente de la federación.
El reclamo central del sector es el ajuste de tarifas de flete, que según señalan, han quedado desfasadas frente al incremento de costos operativos. Montaño explicó que aproximadamente el 70% de sus gastos se manejan en monedas extranjeras, debido a las operaciones transfronterizas, mientras que apenas el 30% es en moneda nacional.
Ante la posibilidad de que no sean convocados, el representante cisternero advirtió que paralizarán sus actividades a partir del miércoles. “Estamos hablando de entre 2.000 y 2.500 cisternas solo en el suroriente. Y en el occidente, que ya se están manifestando también, son alrededor de 3.000 más. Serían entre 5.500 y 6.000 cisternas detenidas a nivel nacional”.
El sector espera una respuesta concreta de YPFB para evitar la paralización del servicio, el cual afectaría directamente la distribución de combustibles en todo el país. Montaño fue enfático al reiterar que esta no es una amenaza, sino una necesidad: “Ya no podemos seguir trabajando. Es insostenible”.
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