Evo dice que si es capturado habrá un 'levantamiento indígena y amotinamiento militar'

El expresidente de Bolivia, Evo Morales, lanzó una contundente advertencia en una reciente entrevista con EFE, afirmando que si el Gobierno de Luis Arce intenta capturarlo, se desencadenará un levantamiento por parte de los movimientos indígenas y campesinos que lo apoyan.

Morales, quien se encuentra atrincherado en la región del Chapare desde hace 17 días, aseguró que las Fuerzas Armadas podrían amotinarse en su defensa.

Ante una posible orden de captura relacionada con un caso de trata de personas y estupro, los seguidores de Morales han comenzado a bloquear las principales carreteras en el centro del país, manifestándose en lo que él considera el inicio de una “rebelión” contra lo que califica como una traición de Arce.

Según Morales, estos bloqueos son espontáneos, impulsados por el descontento ante la crisis económica que enfrenta Bolivia, caracterizada por la falta de combustible y el encarecimiento de la canasta básica.

Morales expresó su preocupación por la posibilidad de que su detención provoque un conflicto más grave: “Ojalá no lo haga, ojalá no haya un muerto en alguna región del país o (sus seguidores) van a tomar los cuarteles”, declaró, enfatizando su postura con un golpe en la mesa.

El exmandatario también reiteró sus acusaciones sobre un “intento de asesinato” que sufrió el pasado domingo. Según Morales, hombres armados interceptaron su vehículo y le dispararon “14 veces” utilizando fusiles de alto calibre.

Estas afirmaciones contradicen las declaraciones del ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, quien sostuvo que Morales escapó de un control rutinario y disparó contra la Policía. Morales cuestionó la veracidad de estas afirmaciones, señalando que los agentes no estaban debidamente uniformados y utilizando el equipo adecuado para una operación antidrogas.

“No me iré de Bolivia. Yo no voy a salir de Bolivia, me voy a quedar acá, voy a luchar con mi pueblo para salvar Bolivia”. Morales se exilió en Argentina en 2019, tras renunciar a la presidencia en medio de una crisis política y acusaciones de fraude electoral.

El expresidente también mencionó un distanciamiento con Arce desde 2021, cuando leales a él le mostraron un “plan negro” que supuestamente el presidente había elaborado para sacarlo de la política.

Morales concluyó que la única manera de desescalar la tensión es a través de elecciones primarias abiertas en el MAS para decidir al candidato presidencial para 2025 y la retirada de los procesos judiciales en su contra.