Historias que inspiran: Pedro Moreira, diseñó su propia silla de ruedas para vender dulces en Santa Cruz

En medio del bullicio del segundo anillo y la avenida Roca y Coronado en Santa Cruz, un hombre se desplaza con una silla de ruedas única en su tipo. Su nombre es Pedro Moreira, un ejemplo de superación que, pese a las adversidades, ha encontrado la manera de ganarse la vida vendiendo dulces.

Pedro diseñó su propia silla de ruedas hace más de 20 años. “Dulcecitos a Bs 1”, se le escucha decir con entusiasmo mientras recorre las calles de la Ciudad de los Anillos. Su ingenio no solo le ha permitido movilizarse, sino también mantenerse activo y autosuficiente.

“Yo vendo dulces, eso me ayuda a solventar mi día, para pagar mis servicios básicos”, comentó Pedro, quien desde niño ha vivido con las secuelas de la poliomielitis. Con la ayuda de su hermano, creó el primer diseño de su silla, que le ha permitido desplazarse por las calles de Santa Cruz con independencia.

A pesar de las limitaciones físicas, Pedro mantiene una actitud positiva. “Siempre mi intención es salir adelante, buscar de cualquier forma como ganarme el día. Agradezco a Dios por haberme dado la vida, me siento como una persona normal, que puede hacer muchas cosas más manuales”, expresa con convicción.

Sin embargo, Pedro tiene un sueño: contar con una silla de ruedas eléctrica. “Desearía para un futuro una silla ya no a pedal, porque es más cómoda una silla eléctrica”, concluyó”.