¡Indignante! Un profesor agredió a una niña y le causó un esguince cervical

El pasado 11 de abril, una madre denunció públicamente que su hija de 9 años fue agredida físicamente por un profesor dentro de una unidad educativa privada de Cochabamba. A pesar de la gravedad del hecho, la institución no habría tomado medidas sancionatorias contra el educador.

Según relató Ernesto Suárez, representante de la Asociación de Padres de Familia de colegios privados, el hecho ocurrió el 20 de marzo durante una situación de desorden en el aula. "El profesor, intentando callar a los niños, perdió los estribos, tomó a la menor del mentón con ambas manos, la levantó hasta el cuello y luego la soltó con fuerza", detalló. Como consecuencia de esta agresión, la niña sufrió un esguince cervical, confirmado por estudios médicos.

La madre, desesperada por la falta de apoyo institucional, rompió el silencio semanas después. Denunció que el profesor continúa dando clases con total normalidad, mientras su hija, atemorizada, recibe clases virtuales y lleva un collarín cervical. “La víctima está en casa como si ella hubiera hecho algo malo, y el victimario sigue en el aula. Es una injusticia absoluta”, reclamó.

Además, cuestionó la pasividad de las autoridades educativas. "Desde la Dirección Distrital le dijeron que los colegios privados no pueden ser sancionados. Tampoco la Defensoría ha intervenido. No hubo abordaje psicosocial ni protección para la menor", afirmó Suárez.

El 11 de abril, la madre formalizó la denuncia ante la Dirección Departamental de Educación (DDE) y también presentó una denuncia penal ante la Fiscalía. La comunidad de padres de familia exige la suspensión inmediata del docente y advierte que no permitirán que este caso quede impune.

“El profesor reconoció lo que hizo, dijo que se arrepentía, pero el colegio no le impuso ni un llamado de atención. No hay castigo ni prevención. Eso es inaceptable”, concluyó Suárez.

La familia afectada, junto con representantes de la Asociación de Padres, solicitará formalmente el cese del docente y pide que el caso sea atendido con la seriedad que amerita. Mientras tanto, la menor continúa con atención médica y psicológica, aún marcada por el temor de regresar a su aula.