Nueve municipios afectados por inundaciones y crecida de ríos en Cochabamba

Las intensas lluvias y el desborde de ríos han provocado estragos en Cochabamba, donde ya son nueve los municipios afectados por inundaciones y deslizamientos de tierra. Según el informe emitido por la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR) de la Gobernación, la situación sigue empeorando con zonas geológicamente inestables y deslizamientos que amenazan a más comunidades.

Ramiro López, responsable de la UGR, detalló que los municipios más perjudicados son: Anzaldo, Santiváñez, Arque, Sicaya, Tacopaya, Mizque, Capinota, Puerto Villarroel y Morochata, siendo este último el más reciente en reportar daños significativos.

Morochata, con varios sectores afectados por deslizamientos, enfrenta el riesgo de perder al menos diez viviendas. Técnicos y geólogos del municipio han solicitado el apoyo urgente de la Gobernación para frenar el impacto de los derrumbes, que se han incrementado debido a la saturación de los suelos por las fuertes lluvias. Un equipo de expertos ya se ha desplazado a la zona para evaluar las acciones de evacuación y posibles medidas preventivas.

El desborde del río Arque ha causado graves perjuicios en los municipios cercanos. En Arque, más de 50 hectáreas de cultivos han sido arrasadas por el agua, afectando a 450 familias. El impacto ha sido tan fuerte que el río se ha llevado por completo el cementerio local, lo que generó una alerta entre los pobladores. Samuel Pereira, Coordinador de Defensa Civil, informó que la situación es crítica y que las autoridades locales están trabajando en la reubicación del cauce del río con maquinaria pesada para minimizar mayores daños.

Sicaya, otra localidad cercana, también ha sido duramente golpeada por la crecida del río Arque, que ha destruido 44 hectáreas de tierras agrícolas y ha dejado a más de 400 familias damnificadas. En total, 15 comunidades han resultado afectadas, y las autoridades han desplegado maquinaria en la región para tratar de controlar la situación.

Pereira confirmó que, se han enviado excavadoras y orugas a la región de Capinota para trabajar en el encauzamiento del río, un esfuerzo que comenzó hace varios días pero que se ha intensificado debido a la continua amenaza de las aguas desbordadas.