¡Santa Cruz en peligro! Incendios y sequía amenazan la región

El departamento de Santa Cruz enfrenta una crisis sin precedentes a medida que incendios forestales y una prolongada sequía amenazan a sus comunidades.

Un total de 13 municipios se han declarado en estado de desastre debido a la escasez de agua, afectando a 13,458 familias que luchan por sobrevivir en medio de esta situación crítica. En algunas áreas, la coyuntura es tan desesperada que han llegado al extremo de racionar el vital líquido, forzando a los pobladores a buscar fuentes alternativas.

Según el reporte realizado por nuestra periodista y presentadora, Thalma Roca, esta crisis es el resultado de la deforestación y la disminución de bosques húmedos que han sido consumidos por incendios forestales desenfrenados. En comparación con hace cuatro décadas, Santa Cruz registra un preocupante descenso del 27% en las precipitaciones, lo que plantea un sombrío panorama para la región. Los incendios forestales siguen devorando valiosas hectáreas de áreas verdes, agravando aún más la situación.

En la actualidad, tres incendios forestales permanecen activos en la región y en lo que va del año más de 104,524 hectáreas se han visto afectadas. 

San Antonio de Lomerio ya ha sido declarado en estado de desastre debido a los incendios forestales y se han detectado focos de calor preocupantes en varios municipios, incluyendo Yapacaní, Urubichá, San Carlos, Samaipata, Ascencio de Guarayos, Portachuelo y Colpa Bélgica.

Sin embargo, uno de los de mayor preocupación es el incendio en el Parque Nacional Noel Kempff Mercado, donde comunarios y bomberos voluntarios luchan incansablemente para controlar la catástrofe que amenaza a las comunidades circundantes. La falta de recursos y el agotamiento de los combatientes se han convertido en obstáculos significativos, agravados por las altas temperaturas que complican aún más la situación.

La situación en Santa Cruz es una advertencia urgente sobre los efectos devastadores del cambio climático y la necesidad imperante de tomar medidas drásticas para preservar nuestros ecosistemas naturales y proteger a las comunidades afectadas.