“Todas sus extremidades estaban casi deshechas”: así murió 'Jesús', el caimán emblema de la fauna beniana

Murió Jesús, el caimán que se convirtió en un emblema del recorrido turístico del Área Protegida Municipal Pampas del Yacuma, en el municipio de Santa Ana del Yacuma (Beni). Su historia de cercanía con los turistas y su trágico final, tras el ataque de otro reptil, fueron relatados por Alejandro Gil, administrador del área y responsable de su cuidado.

Jesús no era como los demás. Respondía al llamado humano y buscaba la interacción con los visitantes.

“Jesús, Jesús… y él salía desde unos 200 metros y se venía por medio del río. Como ya estaba tuerto del ojo izquierdo, chocaba incluso con los botes. Venía porque lo llamábamos y ya lo sabía. Empecé a tocarle la cabeza, la cola, y descubrí que si le golpeaba suavemente la cola, le gustaba. Desde entonces dejé que los turistas también lo tocaran”, relató Gil.

Con el tiempo, Jesús se convirtió en símbolo del ecoturismo local, pese a sus limitaciones físicas: había perdido dedos y tenía costillas quebradas, aunque ya cicatrizadas.

El ataque que no resistió

Gil explicó que no se percataron de la presencia de un caimán más joven y del mismo tamaño, que rondaba la zona. “Yo lo vi atacar a un caimán de dos metros con una potencia increíble”, recordó.

Días después, Jesús apareció herido y se refugiaba en la orilla para recuperarse. “No podía quedarse en medio del río porque hay pirañas y otros peces que habrían devorado sus heridas”, explicó.

Finalmente, las lesiones fueron mortales.

“Cuando lo vimos muerto y lo volcamos, todas sus extremidades estaban destrozadas. En vida ya se estaba pudriendo. Normalmente, un animal mantiene la piel un día después de muerto, pero en su caso ya estaba dañada”, relató.

Gil quiso conservarlo mediante taxidermia, pero el estado del cuerpo lo impidió. “Hablé con un taxidermista de Trinidad, pero la piel ya no se podía rescatar por las mordidas. Solo logramos sacar la cabeza”, contó con impotencia.

El cuidador lamentó no haber podido evitar la tragedia. “No supimos ver cuándo venía ese otro animal. No lo vimos a tiempo para intentar hacer algo, proteger un poco a Jesús”.