“¡Todo fue una pesadilla!”, dijo una de las sobrevivientes en Siete Curvas

La tarde del martes 18 de febrero se convirtió en una pesadilla para los habitantes de Villa Tunari, cuando un vehículo se precipitó al caudaloso río San Mateo, dejando a varios miembros de una familia atrapados en el agua.

El trágico accidente ocurrió cerca de las 18:30 horas, en la zona conocida como “Siete Curvas” sobre la carretera nueva que conecta el Trópico de Cochabamba con la ciudad. Claudia Ibañez, una de las sobrevivientes, relató entre lágrimas el momento de horror.

“Pensé que era un sueño, una pesadilla. No sabía dónde estaba, estaba atontada… sólo sentí el golpe, el auto estaba rodando y en el agua aparecimos”, contó con dolor. Claudia recordó cómo su esposo, con su último esfuerzo, la salvó y la dejó en la orilla antes de regresar al río en busca de sus hijos. “Mi esposo me estaba sacando, me dejó en la orilla del río San Mateo. Él volvió a entrar a sacar a mi hijito pequeño y su hermanito menor. No lo volví a ver más”, dijo, entre sollozos.

Claudia, devastada, agregó que sólo encontró la Biblia de su esposo, pero nada más. “Mi cuñada está en el hospital, encontraron el cuerpo de su hijito, pero no han encontrado al mío. Tengo cuatro hijos, ¿qué va a ser de mi vida?”, expresó mientras sostenía la Biblia, al borde del colapso.

Según las autoridades, el accidente fue provocado aparentemente por el exceso de velocidad y la falta de precaución debido a las malas condiciones de la vía, que había sido afectada por el deslizamiento de tierras provocado por las lluvias.

El vehículo accidentado transportaba a siete personas, de las cuales cinco fueron arrastradas por la corriente. Las dos sobrevivientes, Claudia y Guísela Isidro Saravia, de 23 años, lograron salir del vehículo, pero ambas resultaron heridas y fueron trasladadas al hospital de Villa Tunari. Trágicamente, tres niños, de 1, 3 y 4 años, quedaron atrapados y desaparecieron en el agua.

A la desesperación de los familiares se sumó la tragedia de la desaparición de los hombres que intentaron salvar a los pequeños. Javier Pérez Flores, de 30 años, y Reynaldo Pérez Flores, de 24 años, regresaron al río en un intento por rescatar a los niños, pero también fueron arrastrados por la corriente y no han sido encontrados.