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“¡Todo se dañó! ¿Quién me devuelve?”, dijo molesta una productora, luego de 15 días de bloqueo

Los 15 días de bloqueos en el departamento de Cochabamba, dejaron a los productores al borde del colapso.

17/06/2025 9:38

“¡Todo se dañó! ¿Quién me devuelve?”, dijo molesta una productora, luego de 15 días de bloqueo. Foto: Red Uno
Cochabamba, Bolivia

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Tras 15 días de movilizaciones y bloqueos que mantuvieron al departamento de Cochabamba completamente aislado del resto del país, el saldo no solo se mide en carreteras vacías y mercados desabastecidos, sino en las profundas heridas que ha dejado en la economía agropecuaria y en las familias productoras.

"Han sido 15 días muy complejos", afirmó Rolando Morales, representante de la Cámara Agropecuaria de Cochabamba (CAC), visiblemente preocupado. “Hemos tenido que lamentar una bajísima oferta de productos alimenticios al mercado. Cochabamba, este gran eje articulador de la economía nacional, ha sido secuestrado por estos bloqueos.”

Durante el conflicto, los productos agrícolas y pecuarios quedaron varados en las carreteras, muchos de ellos echándose a perder. La falta de combustible agravó la situación: “¿Qué hacemos sin combustible? No podemos producir ni mover el producto. Hemos bajado la producción un 25% y no se ha podido sembrar el 100% del invierno”, explicó Morales.

El impacto será duradero: “Esto va a repercutir a fin de año. Además, el sector pecuario, avícola y lechero está en crisis porque más del 70% de los insumos provienen del oriente y no han podido llegar. No hay maíz, ni soya, ni pollitos bebé para las granjas. Las pérdidas se sentirán dentro de unas semanas”.

El drama humano tras los bloqueos

Más allá de los porcentajes y las cifras, están las voces de quienes trabajan la tierra. Una joven productora relató, con impotencia, cómo los frutos del esfuerzo de su padre y su familia se arruinaron en el camino. “Mi papá es quien compra herbicidas, quien trabaja el chaco. Imagínate esperar meses para cosechar tomates y que se pudran en la carretera porque nadie sabe cuándo se va a levantar el bloqueo”.

Las pérdidas no son solo económicas, son personales, emocionales y profundamente injustas: “Una cajita que antes se enviaba a 8 bolivianos, ahora cuesta 40 o 50. ¿Cómo vamos a vender al mismo precio si el transporte se ha disparado? El maracuyá se seca, la cáscara se daña, ya no es atractivo a la vista, ya no se paga igual”, explicó triste.

En lugares como Omereque, se calcula que hasta el 50% de la carga de tomate quedó inservible, sin poder llegar a destino. “El productor ya no quiere traer su cosecha. No le conviene. Si va a gastar en pasajes, en peones, en comida, en choferes, y encima tiene que vender barato porque la gente no puede pagar más... entonces no conviene. Prefieren dejarlo perder”, dijo la productora.

El panorama es desolador. El precio final no solo lo paga el productor; lo paga también la madre de familia, que llega al mercado y encuentra todo más caro. “Este tipo de acciones castigan a quien menos tiene”, sentenció Morales.

Los 15 días de bloqueo no solo dejaron productos podridos en la carretera. Dejaron familias endeudadas, campos sin sembrar, precios inflados, alimentos escasos y una herida abierta en la ya golpeada economía cochabambina.

 

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