¡Trágico conteo! Lluvias e inundaciones dejan luto en Cochabamba

A fines del 2024 y lo largo de los primeros meses del 2025, la región de Cochabamba ha sido escenario de una serie de tragedias relacionadas con las intensas lluvias y desbordes de ríos que han golpeado varias comunidades. Desde el Trópico hasta el Valle Alto, familias enteras han sido afectadas por los desastres naturales que han cobrado la vida de al menos 20 personas.

1 de diciembre, Villa Tunari
Una de las primeras tragedias ocurrió el 1 de diciembre en la comunidad del Sindicato Avispa Central Paractito, en el Trópico de Cochabamba, cuando una mazamorra arrasó con una vivienda, sepultando a dos adultos y dos niños. El suceso sorprendió a los habitantes del lugar, quienes se unieron en la búsqueda de los cuerpos sin vida de los afectados, que no pudieron escapar del alud.

3 de diciembre, Quillacollo
El 3 de diciembre, otra tragedia se desató en Quillacollo, donde una anciana de 87 años, identificada como Natalia Paredes Zapata, fue arrastrada por las aguas del río Tacata. El cuerpo de la mujer fue hallado dos días después en Parotani. Se cree que la anciana fue sorprendida por el incremento en el caudal del río, causado por las intensas lluvias que azotaron la región.

4 de diciembre, Tacopaya y Chimoré
En Tacopaya, Daysi Franco Ramírez, una niña de seis años, fue rescatada luego de dos días de búsqueda, después de haber desaparecido cerca del cauce de un río crecido por las fuertes lluvias.

En la misma jornada, en Chimoré, Mario Janco Tintaya, de 43 años, perdió la vida al caer al río Chimoré tras el vuelco de su bote mientras intentaba cruzar el afluente. El accidente ocurrió en el sector del Sindicato 27 de Octubre, en el municipio de Chimoré.

21 de enero, Sacaba
Otro doloroso episodio ocurrió el 21 de enero en Sacaba, cuando dos hermanas, Jhenifer, de 22 años, y Melany, de 16, fueron arrastradas por el río mientras intentaban cruzarlo en la zona de Tuscapujio, en medio de fuertes lluvias. Tras una intensa búsqueda, sus cuerpos fueron localizados, dejando a la comunidad consternada.

29 de enero, Quillacollo
En Quillacollo, Emilio Escalera, de 50 años, falleció el 29 de enero después de caer al río Tacata mientras trataba de esquivar un bloqueo de transporte. Escalera regresaba en bicicleta a su casa tras su jornada laboral, pero las aguas del río lo sorprendieron y arrastraron. Su cuerpo fue encontrado a más de un kilómetro del lugar donde cayó.

10 de febrero, Entre Ríos
El 10 de febrero, tres hombres perdieron la vida mientras pescaban en las aguas crecidas de la región de Entre Ríos. El incidente, producto de las lluvias constantes, cobró la vida de los pescadores que no pudieron escapar a tiempo de la fuerza de las aguas.

19 de febrero, Villa Tunari
El 19 de febrero, una nueva tragedia azotó a la comunidad de Villa Tunari. Un deslizamiento de camino provocó que una vagoneta cayera al río Espíritu Santo. De las siete personas a bordo, dos lograron salvarse, pero tres niños pequeños, de 1, 3 y 4 años, quedaron atrapados en el vehículo y fueron arrastrados por el agua. Dos hombres regresaron al lugar en su intento por rescatarlos, pero también desaparecieron. Hasta la fecha, se han encontrado cuatro cuerpos, pero el de un niño de 3 años sigue desaparecido, y la búsqueda continúa.

21 de febrero, Bolívar
El 21 de febrero, dos hermanos, Alejandro Cruz Arias, de 12 años, y Félix Cruz Arias, de 14, fueron arrastrados por el río Jatun Mayu en el municipio de Bolívar, mientras se dirigían a su escuela. El cuerpo de los menores fue encontrado al día siguiente tras intensas labores de rescate, pero su trágica desaparición sumó a la cuenta de los desastres naturales que han golpeado Cochabamba.

A lo largo de este trágico inicio de año, la cifra de víctimas mortales por desbordes de ríos y mazamorras se eleva a 20 personas, dejando a las familias y comunidades profundamente afectadas. Las autoridades locales, como la Unidad de Gestión de Riesgos y Bomberos, continúan con las labores de rescate, mientras la región se enfrenta a un panorama desolador ante la furia de la naturaleza.