Consideran que Erika fue víctima de una violencia sistemática que le llevó a tomar la terrible decisión.
12/09/2022 14:12
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Después de 25 días de permanecer en cuidados intensivos, Erika Alvarado -la mujer que fue quemada en Tiquipaya- ya no pudo soportar más y falleció a las 5:30 de esta madrugada en el hospital Viedma.
La joven tenía el 90% de su cuerpo con quemaduras, murió por una falla multiorgánica.
Erika tenía 24 años de edad y dejó tres niños en la orfandad. La semana pasada, desde el hospital confirmaron que ella estaba desahuciada, que su cuerpo hacía sepsis. El 92% de su cuerpo estaba quemado y no había posibilidades de que sobreviva.
"Le tuvieron en terapia intensiva ocasionando grandes gastos a su familia. Buscamos (apoyo) por todos los medios, hicimos campañas, como institución también. Era un final que se veía venir. Hay contradicciones, algunos médicos no entienden porqué le dejaron agonizar tantos días, según ellos era mejor dejarle morir el mismo día. Creemos que hoy descansa en paz, estamos orando mucho por su alma. Aunque no hay consuelo para la familia", dijo la abogada del Observatorio de Justicia de la Fundación Voces Libres, Mercedes Cortez.
La bebé de dos años, que resultó afectada en el hecho, sigue internada, aún necesita colaboración para recuperarse, además de ayuda para los medicamentos y cremas que necesita, sumado a todo los gastos médicos de su tratamiento.
"Para Erika, la madre hizo gastos de 1.500 a 2.000 bolivianos por día, compró y entregó todos los medicamentos que le pidieron, con la esperanza de ver a su hija recuperada, pero fue en vano", agregó Cortez.
Explicó que, en la parte legal, Voces Libres se hará cargo y consideran que es "sumamente importante" que se sume a las cifras de feminicidio a pesar de estar catalogado como homicidio-suicidio.
"Fue víctima de violencia sistemática. Erika sufrió todo tipo de violencia. Incluso tuvo un aborto forzado por golpes, patadas, con puños le hizo volar los dientes, con fierros. Ella fue estrangulada anteriormente. Intentó pedir ayuda a los SLIM y no la recibió, solo le dieron un documento de asistencia familiar. Es lamentable cómo está obrando nuestra justicia. No puede hablarse que ella se suicidó simplemente, sino que la violencia extrema y sistemática a la que estuvo sometida le hizo arribar a esta terrible decisión", detalló la abogada.
El hecho ocurrió el pasado 17 de agosto, cuando su hija y su pareja también resultaron con quemaduras en medio de una pelea. Su esposo está siendo procesado por el delito de homicidio-suicidio y fue enviado con detención preventiva a la cárcel de San Pablo de Quillacollo, pero permanece internado por sus heridas.
"El juez cautelar de Tiuipaya dispuso cuatro meses de detención preventiva para el agresor -Jhoner R.- por toda esta violencia que se ha demostrado con testigos presenciales, con documentos del hospital cuando le hizo abortar en el 2019 con 12 semanas de gestación. Con la policía, el Ministerio Público y el impulso nuestro, estamos promoviendo actos investigativos para determinar si ella tomó la decisión de quitarse la vida, rociándose con gasolina o fue él que le roció la gasolina y le prendió fuego", explicó.
Si fue ella, la ley 348 establece 10 años de cárcel para el agresor que empuja a la víctima al extremo de querer quitarse la vida producto de la violencia sistemática. De lo contrario, sería un feminicidio.
El cuerpo de Erika fue trasladado al Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) para la autopsia correspondiente. Luego, los familiares podrán velarlo y darle cristiana sepultura. Al ser de escasos recursos, también se prevé que necesiten colaboración para el entierro.
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