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Vacaciones escolares: ¿Tiempo de reforzar, jugar o crear? Aquí la opinión de 3 expertos

Para abordar estas preguntas, Red Uno Digital les consultó a expertos en psicopedagogía, educación deportiva y artes, quienes ofrecieron perspectivas valiosas sobre las opciones para los estudiantes en este período de descanso.

24/11/2024 8:42

Imagen creada con IA. Farah Veliz/Red Uno Digital.
Bolivia

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A medida que el calendario escolar llega a su fin este 6 de diciembre en Bolivia, surgen interrogantes sobre cómo los estudiantes pueden aprovechar al máximo sus vacaciones.

¿Deberían continuar con actividades académicas para reforzar conocimientos? ¿Es más beneficioso para su desarrollo físico y emocional dedicarse al deporte? ¿O sería mejor explorar su creatividad a través del arte?

Para abordar estas preguntas, el periodista Charles Muñoz consultó a expertos en psicopedagogía, educación deportiva y artes, quienes ofrecieron perspectivas valiosas sobre las opciones para los estudiantes en este período de descanso.

¿Reforzar o descansar? La mirada psicológica

Para Verónica Sanabria, licenciada en Psicología, el enfoque de las vacaciones debe adaptarse a las necesidades específicas de cada niño. Si bien las clases de reforzamiento pueden ser útiles para quienes enfrentan dificultades académicas, estas deben plantearse de forma lúdica.

“Lo importante es evitar que las vacaciones se perciban como una extensión del estrés escolar. Actividades dinámicas, sesiones breves y flexibilidad en los horarios son clave”, señaló Sanabria. Además, destaca que la pausa es esencial para prevenir la fatiga cognitiva y consolidar el aprendizaje.

Para la psicóloga “el descanso no solo es reparador; es esencial para el desarrollo integral del niño. Privar a los estudiantes de este tiempo puede acarrear consecuencias negativas”.

Entre los riesgos de no permitir un descanso pleno, Sanabria enumera:

Fatiga emocional y cognitiva: Presión continua que genera irritabilidad y desmotivación.

Déficit de atención y memoria: El cerebro necesita pausas para procesar la información.

Desequilibrio en el desarrollo integral: Jugar y socializar son tan importantes como estudiar.

El deporte: Más allá de la salud física

José Gamarra Aracena, entrenador de voleibol, enfatizó que el deporte es una herramienta invaluable para el bienestar físico y emocional de los jóvenes.

“El ejercicio mejora la resistencia, fortalece los músculos y ayuda a prevenir enfermedades. Emocionalmente, reduce el estrés al liberar endorfinas, promoviendo un estado de ánimo positivo”.

En cuanto a las actividades deportivas más recomendables, Gamarra sugirió deportes de equipo por su capacidad de fomentar la socialización, la comunicación y el trabajo en equipo. Estos valores, afirma, tienen un impacto directo en el ámbito académico y personal de los niños.

El arte como ventana a la creatividad y la empatía

Para Daniel Guzmán Núñez, licenciado en Arte, las actividades artísticas durante las vacaciones son fundamentales para estimular habilidades como la creatividad, la empatía y la disciplina. Guzmán resaltó que el arte no tiene límites de edad y que es tarea de los padres observar y apoyar los intereses de sus hijos, ya sea en pintura, música, danza u otras expresiones.

“El arte enseña paciencia y permite que los niños expresen sus emociones. Es una herramienta poderosa para calmar la ansiedad y fomentar la concentración”, afirmó Guzmán.

Además, se recomienda que los padres proporcionen espacios adecuados en la casa y materiales, e incluso consideren clases con una guía especializada para potenciar el talento de los niños.

Encontrando el equilibrio: Tiempo libre, deporte y arte

Las vacaciones son una oportunidad para explorar diversas actividades que contribuyen al desarrollo integral de los niños.

Según psicóloga “el equilibrio radica en planificar las vacaciones de manera integral, considerando tanto las necesidades académicas como las emocionales y físicas de los niños”.

Algunas recomendaciones prácticas:

Priorizar el juego: Fundamental para liberar tensiones y desarrollar habilidades sociales.

Explorar la creatividad: Talleres de arte, música o teatro pueden enriquecer la experiencia.

Promover la actividad física: Deportes de conjunto o actividades al aire libre son esenciales para la salud física y emocional.

Reforzar aprendizajes de forma no tradicional: Visitas a museos, lectura por placer o viajes educativos son opciones enriquecedoras.

Conclusión

Para Sanabria el descanso pedagógico no es tiempo perdido; es una inversión en el bienestar y el desarrollo integral de los niños. Las vacaciones deben ser un espacio para que recarguen energías, fortalezcan sus relaciones familiares y sociales, y exploren áreas de interés fuera del ámbito académico.

Al final, lo más importante es crear un entorno donde el niño se sienta apoyado, escuchado y motivado para aprender de manera significativa, tanto dentro como fuera del aula, indicó.

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