Una extranjera considerada un peligro para la seguridad ciudadana de Colombia, por unirse a la Primera Línea de Cali y estar presuntamente vinculada en el crimen de un joven
31/07/2021 10:50
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Es indescriptible todo lo que ha acontecido alrededor de Rebecca Sprößer, ya que en un solo día las marchas, protestas, caos, asesinato y expulsión se hicieron sentir en la ciudad de Cali. La alemana recientemente expulsada de Colombia, tenía vencido su permiso de estadía en el país, por lo que el gobierno colombiano inició inmediatamente el proceso de extradición.
Para las autoridades, no hay duda de que Rebecca Sprößer se encontraba adelantando actividades que no tenían nada que ver con su condición de turista, como denotaba su visa, y consideraron que estas actividades afectarían el orden y la tranquilidad ciudadana. Sprößer empezó a cobrar protagonismo cuando terminó posando en fotos con encapuchados que participaron en las violentas jornadas de protesta en Cali, a finales de abril y durante todo mayo.
Mientras estuvo en Colombia se dedicó a recorrer comunas, buscando contactos con los líderes de las llamadas primeras líneas de Siloé, Puerto Madero, Calipso, la Luna y Meléndez. Además, se las dio de periodista haciendo transmisiones en vivo en sus redes sociales, denunciando abusos policiales y desapariciones. A pesar de todo no se descarta que Rebecca sea llamada para esclarecer cómo es que una destacada estudiante de la University Hochschule Rheinmain pudo terminar en medio del violento asesinato de un joven, de 26 años, que reporta denuncias por hurto y estafa.
Según reportes en manos de la Fiscalía, a las 10:38 de la noche un sujeto atacó a Jhoan Sebastián Bonilla Bermúdez, quien fue impactado en 13 oportunidades con un arma traumática modificada, la noche del 22 de julio y Rebecca estaba con él. El joven fue herido en la región frontal, en el tórax, en el brazo izquierdo, en el derecho, en la parte inguinal y en otros lados del cuerpo.
Pero los investigadores han encontrado lo que parecen ser contradicciones en la versión de la alemana, quien antes de aparecer en Cali había permanecido varios días en Bogotá y Medellín. En efecto, desde mediados de junio de 2020 empezó a lanzar críticas en contra del gobierno Duque y de Álvaro Uribe.
Y Argentina, donde vivió también algunos meses como turista, hizo algo similar:
Se sabe que también estuvo en Bolivia, en donde dice haber trabajado con la ONG Plan Internacional. Y, un año después, se vinculó a una compañía de origen alemán, dedicada a realizar películas y documentales en América Latina, con sede en México. Allí manejaba redes sociales e hizo algunas pre y posproducciones. En Colombia se alcanzó a presentar como periodista, y aparecía con un casco con el letrero ‘Prensa’, cuando se metía en las comunas y a las marchas.
Pero, más allá de su pasado, lo que se busca establecer es si hay o no contradicciones en las declaraciones de Sprösser sobre el homicidio del joven colombiano, Bonilla.
Luego el viernes, después de que se revelara que Bonilla había muerto producto de los impactos, la alemana señaló que ambos se habían alejado del movimiento de la resistencia tras recibir amenazas, algo que contradecía lo anteriormente dicho.
Las autoridades buscan aclarar este punto porque el número de impactos que recibió el joven podría denotar una “venganza sentimental”. De hecho, así se lee entre las hipótesis del reporte policial. Las redes sociales de Rebecca Sprösser servían para difundir presuntos abusos policiales y transmitir en vivo las protestas.
Sin embargo, se investiga la versión de familiares según la cual dos hombres vestidos de civil habían ido a buscar al joven a su casa. Entonces se estableció que Bonilla perteneció a la primera línea de Puerto Resistencia. Sin embargo, sus líderes aseguraron que desde hacía varias semanas había dejado de participar, por razones de seguridad.
En cuanto a Rebecca ya se han recogido 19.000 firmas en un portal para exigir que la alemana regrese. Y abogados que la asesoraron insisten en que su salida fue abiertamente irregular. Y aunque la familia dijo que Rebecca estaba interesada en demostrar que Bonilla era un joven de bien y en exigir que se supiera la verdad sobre lo ocurrido, han optado por guardar silencio, al menos por ahora.
La Embajada de Alemania en Colombia, que intentó ubicar a su ciudadana cuando empezó a aparecer en redes en medio de los disturbios, no se ha pronunciado. Pero en Alemania también buscan establecer cómo una connacional que se graduó con honores como ingeniera industrial y que habla cuatro idiomas –inglés, español, japonés y su nativo alemán– terminó posando en fotos, con la bandera del M-19 y expulsada de Colombia.
Franklin Castañeda, presidente del Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, que asesoró a la alemana, aseguró que su expulsión fue irregular.
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