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Alejandro Serrate 'casi arruina' el cumpleaños del hijo de Grisel con cuñapés duros

Ambos compartieron la divertida anécdota durante "La Noche de la Gri".

18/12/2023 19:43

Alejandro Serrate en "La Noche de la Gri"
Santa Cruz, Bolivia

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Alejandro Serrate fue uno de los invitados del fin de semana en "La Noche de la Gri". La velada estuvo llena de divertidas anécdotas y hubo en particular que llamó la atención de todos: cuando el pastelero casi arruina el cumpleaños del hijo de Grisel y Ronico, Luquitas.

Ale contó que antes de la pandemia y de ser presentador fijo de "Sabores Bolivianos", tenía una pastelería en la que invirtió todo lo que tenía. Sin embargo, con la llegada de la cuarentena sus planes se vieron frustrados. Después, recibió la llamada del programa y dejó la pastelería.

Tras un año, en junio de 2022, le habló una clienta "especial y muy exigente" porque era el cumpleaños de su hijo.

"Ella me dice: 'por favor, puedes hacer una tortita para 15 a 20 personas', yo dije perfecto, le pregunté por la temática y la decoración. Ese día en la mañana, yo en vivo en el programa hago cuñapé. Entonces ella me dice que vio el programa, que se veía buenos y quería hacer un pedido también de unos 10 a 15 cuñapés. Como el cumpleaños era en la tarde, el clima estaba nublado, era ideal. Llegué a mi casa, lo preparé, lo metí al horno. Ya era hora, entonces, salen del horno, los meto a la caja y se lo envío", contó.

Una hora después, la clienta le llamó y preguntó si los cuñapés eran abizcochados porque estaban "un poquito" duros. Entonces, para compensar le dijo que no le iba a cobrar los cuñapés.

"Es que los cuñapés en el programa no los había hecho yo. Los hizo otra persona. No había hecho hasta ese momento. Ahora ya sé", confesó Ale.

El problema es que, a la clienta, la iba a ver a la mañana del día siguiente y todas las mañanas, pues ¡era Grisel Quiroga!

"Me hizo los peores cuñapés de la vida. Era el cumpleaños de Luquitas. Ronico te odia, te quiero decir", respondió Grisel que había escuchado en silencio todo el relato.

Recordó que ese día, quiso servir los cuñapés a la hora del té y Ronico le hizo notar que estaban duros.

"Agarro y eran piedras, incomibles. Me dio vergüenza decirle que sus cuñapés eran una huevada", agregó.

Mira el video con la anécdota completa:

 

 

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