PUBLICIDAD

“Tomé mi orina para saciar mi sed”: el revelador testimonio del profesor que sobrevivió en el bosque

El profesor Milton Flores aseguró que las ganas de vivir, su fe en Dios y el amor por su familia y su profesión fueron los motivos que le dieron la fuerza para soportar el frío, el hambre y la sed hasta encontrar la salida.

12/08/2025 23:34

Foto: Red Uno de Bolivia.
Santa Cruz

Escuchar esta nota

Desafiando todas las probabilidades, y luego de permanecer tres días en un bosque en Pampagrande, el profesor Milton Flores relató todo el sufrimiento que padeció para poder sobrevivir y reunirse con su familia.

Aún sorprendido por su valerosa hazaña confesó, en un contacto directo en Que No Me Pierda (QNMP), que tuvo que cazar y comer una torcaza cruda para alimentarse e incluso beber su propia orina para saciar su sed.

Con lágrimas por la emoción de tener una segunda oportunidad y rodeado de su familia, el profesor Milton Flores relató con mayor tranquilidad que nunca imaginó superar la dura prueba que enfrentó, ya que en un momento llegó a pensar que no saldría con vida.

Relató que se internó en el bosque mientras intentaba cazar una urina, pero se desorientó. Al subir un pequeño cerro, resbaló, se golpeó la cabeza y perdió el conocimiento.

Al despertar, continuó su camino pese a la sed y el hambre, y en el trayecto se dislocó la pierna derecha.

“Cacé una torcaza, que es como una paloma grande. La pelé, la partí en dos; primero me comí las piernas y luego el pecho. Con eso calmé un poco el hambre, aunque no fue igual, pasé un mal momento al comerla. También tenía sed; en mi bolsillo tenía unas bolsas vacías de coca, así que oriné en una de ellas, esperé a que se enfriara y la bebí. Así fue como logré saciar mi sed en el segundo día”, relató aún consternado por lo sucedido.

El profesor Milton Flores aseguró que no le importó hacer todo lo necesario para sobrevivir, regresar con su familia y, sobre todo, volver a su trabajo como educador, que considera su pasión.

Lo que me ganó a mí fueron las ganas de vivir y, sobre todo, la oración. Le pedía tanto a Dios que me sacara de allí, porque Dios está en el momento en que uno le pide. Pasé la noche allí porque no tenía otra alternativa, pero al otro día me dije que sí o sí tenía que encontrar la salida”, señaló el profesor con lágrimas en los ojos.

Al día siguiente, con la determinación de vivir por su familia, encontró un canal y, tras seguir su curso, halló una salida.

“A lo lejos vi un río y supe que debía llegar allí, todo rengo, maltratado y con ganas de vomitar porque también tomé aguas servidas. Al llegar, encontré a una señora que estaba haciendo funcionar su motor y le pedí ayuda. Me dio cuatro panes y medio galón de agua”, relató el profesor, muy agradecido con esta persona, quien fue a buscar auxilio.

“Si no hubiera sido por esa señora, creo que me habría dado la vuelta otra vez”, aseguró.

 

 

 

 

Mira la programación en Red Uno Play

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

01:00

Notivisión

03:00

Hasta que la plata nos separe

04:00

Amor de familia

04:55

Problemas y soluciones

05:55

Identificación de red

06:00

El mañanero

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD