Los chicos, de 20 y 16 años, sufren una enfermedad llamada nefronoptisis y ambos necesitan un trasplante.
17/01/2021 17:14
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Sarah Bingham es una británica que se enfrenta al mayor dilema que puede encontrarse una madre: dos de sus hijos necesitan un trasplante de riñón, ella es compatible, pero sólo puede donárselo a uno.
La mamá, de 41 años, dijo que todo lo que quiere hacer es "evitarles el dolor a sus hijos", ya que ambos enfrentan un trastorno que afecta las funciones del órgano.
Durante los últimos cuatro años, Sarah, junto con su esposo Darryl, de 49 años, y sus hijos Noah, de 20, Ariel, de 16 y Casper, de 12, se han enfrentado a un torbellino de pruebas e ingresos hospitalarios.
Los tres niños tienen autismo, pero Noah y Ariel tienen un gen que causa nefronoptisis, un trastorno renal que afecta la función del órgano.
Noah depende completamente de la diálisis y los riñones de Ariel funcionan al 17%.
Ambos necesitan desesperadamente un trasplante.
Se trata de una dolencia genética que causa inflamación y cicatrices en los riñones.
Los problemas de Ariel empezaron en 2016. Tras numerosas pruebas se llegó a un diagnóstico y a la necesidad de un trasplante. Sarah es compatible y ya estaba lista para, cuando llegara el momento, donarle el riñón a su hija, cuando en 2019 Noah también enfermó.
Noah está recibiendo sesiones de diálisis y está estable dentro de su gravedad. La función renal de Ariel, en cambio, se ha deteriorado mucho en un año y los médicos creen que será la primera en necesitar el trasplante.
Los dos hermanos, en los últimos meses han visto deteriorada su salud, hasta el punto de que necesitan un trasplante de riñón. Sarah es compatible con sus hijos, pero su marido, Daryl, no lo es.
Se descubrió que papá Darryl era un donante inadecuado después de que se descubrió que tenía un tipo de sangre diferente, mientras que se descubrió que la madre Sarah era compatible con ambos.
Sarah, que vive con su familia en Northumberland, dijo: “Fue muy difícil saber que mis dos hijos necesitaban un riñón, pero yo solo tenía uno que podía dar. Fue una decisión increíblemente difícil de tomar y nadie puede hacerlo por ti ".
"Como madre, naturalmente quieres hacer todo lo posible para evitarles el dolor a tus hijos".
Hay un tercer hijo, Casper, de 12 años, que está siendo sometido a pruebas para saber si tiene algún problema de salud.
El profesor John Sayer, un especialista en atención de riñones del Hospital Freeman, en Newcastle, y quien está tratando a Noah, dijo que la nefronoptisis afecta a aproximadamente una de cada 100.000 personas.
"Claramente existe un dilema porque hay escasez de donantes para pacientes que necesitan trasplantes de riñón. Pero la insuficiencia renal en sí no es rara", explica el experto.
El tiempo de espera para un trasplante es de tres años en promedio, señala Sayer, por lo que los pacientes a menudo se enfrentan a una situación "agotadora y aterradora".
Una esperanza para la familia es que dos amigos de la pareja, que son compatibles con Noah, puedan ser donadores.
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