Una escena que muchos recuerdan en una película que marcó generaciones.
24/07/2025 17:45
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La escena es de 1982, Rocky III trajo una de las escenas más impactantes y extrañas de la saga protagonizada por Sylvester Stallone, donde el enfrentamiento entre el boxeador Rocky Balboa y un gigantesco luchador llamado Thunderlips dio mucho de qué hablar.
La escena de pelea, que en realidad fue ficticia, estuvo a punto de mandar al hospital a Stallone.
Para aquella escena, Terry Bollea, mejor conocido como Hulk Hogan, fue invitado a participar en la cinta como parte de una estrategia para fusionar el mundo del boxeo con el de la lucha libre.
Hogan era una estrella con un físico imponente demás de dos metros de altura y más de 130 kilos de músculo hizo una diferencia abismal con Rocky, y filmar la escena fue un verdadero reto durante la grabación.
Stallone contó que le pidió a Hogan que fuera "lo más realista posible", pero no esperaba que el luchador tomara esas palabras al pie de la letra, entonces, Hogan lo lanzó contra el ring con tal intensidad que el actor golpeó el suelo muy fuertemente.
"Me levantó por los aires como si fuera una toalla de papel y me arrojó con una fuerza inhumana. Sentí un crujido en la espalda y el hombro… Pensé que me había roto la clavícula", contó Stallone.
Aunque el golpe no provocó una fractura real, Stallone sí terminó con contusiones y fuertes dolores durante varios días, al punto de necesitar atención médica. Aun así, nunca culpó a Hogan; al contrario, más tarde lo describió como un "gigante amable" que simplemente no se daba cuenta de su propia fuerza.
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