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“Mi buen amigo... lo voy a extrañar”: Víctor y su adiós a un peludito tras ser despedido de su trabajo

“Pobrecito... Dije que no iba a llorar, pero veo a este perro y lloro”, se escucha decir a Víctor en la grabación.

29/06/2025 19:30

“Mi buen amigo... lo voy a extrañar": Víctor y su adiós al amigo de cuatro patas (Video) Foto: Captura de pantalla
Paraguay

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En las redes sociales, un video breve pero profundamente conmovedor recorrió el corazón de miles. En él, se ve a Víctor Díaz, un peón rural paraguayo, alejándose lentamente de la estancia donde trabajó durante once años. Sin embargo, su paso no está marcado únicamente por la tristeza de perder su empleo, sino por algo aún más doloroso, dejar atrás a su fiel compañero, un perrito con quien compartió días, lluvias, soles y silencios en el campo.

“Pobrecito... Dije que no iba a llorar, pero veo a este perro y lloro”, se escucha decir a Víctor en la grabación, con la voz entrecortada por la emoción. A su lado, el perro lo sigue con pasos cortos, como entendiendo que ese momento es una despedida.

Durante más de una década, Víctor fue parte del paisaje rural. En sus redes, donde lo siguen más de 400 mil personas, compartía con sencillez y honestidad su día a día como peón: el trabajo duro, la vida al aire libre, los amaneceres entre pastizales y la compañía noble de sus animales.

Pero esta vez, el video tenía un tono diferente. Era su último día en la estancia. “Llegué puntual como siempre, y me dijeron que hasta acá llegábamos. Ya estaba hecha mi liquidación”, relató, visiblemente afectado. La noticia lo tomó por sorpresa, un hecho que, según explicó, involucraba responsabilidades compartidas: “El ingeniero, el encargado y nosotros, los peones”.

Pese a la injusticia o el dolor, lo que más pesaba en su corazón no era la pérdida del trabajo, sino el adiós a ese perro que se convirtió en amigo, confidente silencioso y compañero leal. “Mi buen amigo... lo voy a extrañar un montón. Tranqui, ya vamos a encontrar algo mejor”, dijo mientras acariciaba al animal, intentando contener las lágrimas.

El video se viralizó en cuestión de horas, generando una ola de empatía y mensajes de aliento de sus seguidores. Porque detrás del uniforme de peón, del sombrero de ala ancha y de las manos curtidas por el campo, estaba un hombre sensible, agradecido, que supo formar un lazo genuino con un ser que no necesita palabras para amar.

Mira el video:

 

 

 

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