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Movimiento Internacional de Satanistas queda prohibido en Rusia por extremismo

El Tribunal Supremo ruso, respaldado por la Iglesia Ortodoxa, prohíbe al movimiento satanista y sanciona la difusión de sus símbolos y discursos, en el marco de una campaña para reforzar valores tradicionales y controlar disidencias.

23/07/2025 18:19

FOTO:INTERNET

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En una decisión sin precedentes, el Tribunal Supremo de Rusia declaró al “Movimiento Internacional de Satanistas” como una organización extremista, prohibiendo de forma inmediata todas sus actividades en el territorio nacional. La resolución, promovida por la Fiscalía General y respaldada por la Iglesia Ortodoxa rusa, se inscribe en la creciente campaña del Kremlin por reforzar los llamados "valores tradicionales" y reprimir cualquier forma de disidencia ideológica o espiritual.

La sentencia llega tras varios meses de debate parlamentario y presión política de sectores conservadores, que ven en el satanismo, “real o simbólico”, una amenaza directa al orden moral, religioso y patriótico del país.

El satanismo irrumpió en el discurso público ruso a principios de 2025, cuando diputados de la Duma Estatal organizaron una mesa redonda donde lo calificaron como parte de una “guerra híbrida” occidental contra Rusia. En ese foro, líderes nacionalistas equipararon la práctica del satanismo con el nazismo y la ideología LGBT+, denunciando supuestos rituales y símbolos satánicos en espacios culturales de Moscú.

La máxima autoridad de la Iglesia Ortodoxa, el patriarca Kirill, apoyó públicamente la iniciativa, advirtiendo sobre la “expansión del mal disfrazado de libertad” y llamando al Estado a combatir ideológicamente al satanismo.

La prohibición no solo afecta a supuestos miembros del “Movimiento Internacional de Satanistas” —una estructura que, según medios independientes, ni siquiera opera de forma organizada en Rusia—, sino también a cualquier ciudadano que difunda símbolos, literatura o discursos considerados afines al satanismo. Esto podría conllevar sanciones que van desde multas hasta 12 años de prisión.

El gobierno de Vladimir Putin ha endurecido su cruzada contra todo lo que considera “influencia occidental destructiva”. Ya en 2023, el movimiento LGBT fue declarado extremista. Y en 2024, el famoso grupo estadounidense The Satanic Temple fue incluido en la lista negra de organizaciones “indeseables”. Casos recientes, como la detención de un médico en la región de Uliánovsk, acusado de promover satanismo y homosexualidad dentro de su clínica, muestran cómo las autoridades están dispuestas a aplicar la ley con dureza incluso en escenarios civiles o profesionales.

“La vaguedad del concepto de ‘satanismo’ permite al Estado utilizarlo contra cualquier forma de pensamiento no alineado con la narrativa oficial”, denunció la organización rusa de derechos humanos Memorial, hoy en el exilio.

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