¡Siempre estuvo ahí! Emotiva despedida a un conductor de bus en el día de su jubilación

Después de una década de servicio, Quico Álvarez, el querido conductor del autobús de Collserola en Barcelona, se retiró, dejando tras de sí un legado de amabilidad y compromiso con la comunidad. Sus vecinos, conmovidos por su labor incansable, decidieron organizarle una despedida sorpresa en una de sus paradas habituales, en un gesto de agradecimiento y cariño.

El pasado lunes marcó el último día de Quico al volante del autobús, y su jubilación no pasó desapercibida. En la parada de FGC de Peu del Funicular, más de 30 vecinos se reunieron para honrar su dedicación. La marquesina estaba adornada con banderitas, un símbolo del afecto y reconocimiento hacia el hombre que siempre estuvo ahí para ellos.

Quico, conocido por su sensibilidad y empatía, apenas pudo contener las lágrimas cuando se encontró con la conmovedora sorpresa. Entre abrazos y palabras de agradecimiento, la comunidad expresó su gratitud por su labor incansable. Y es que Quico no solo era un conductor de autobús; era un amigo y un apoyo constante para aquellos que lo conocían.

Su compromiso con el servicio va más allá de lo ordinario. Quico se destacó por su disposición para esperar a los pasajeros rezagados, almacenando números de teléfono para avisarles si el autobús estaba a punto de partir. Aunque las reglas de la empresa imponían horarios estrictos, él siempre encontraba la manera de adaptarse a las necesidades de los usuarios, demostrando su dedicación y generosidad en cada viaje.