Cuando el dueño vuelve de trabajar pasa por el negocio a pagar la deuda de lo que consumió su mascota
12/10/2020 16:10
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Esta es la historia de Emo, un perro que no tiene problema alguno en sacar lo que se le dé la gana del almacén de Mari, ubicado en el Pueblo Esther, en Argentina. La dueña dice que Emo saca panes de hamburguesa, jugos, y mucho más. Juan, que es el dueño del perro, está condenado a pagar todas las deudas de su fiel compañero; y es imposible resistirse a los impulsos de un peludo tan bello.
A lo largo de esta intensa pandemia de Covid-19, hemos visto muchos ejemplos de animales domésticos que las ofician de repartidores y, como los buenos chicos que son, salen a los almacenes a hacer algunas compras para sus dueños.
Pero nunca habíamos visto un caso donde el animal tuviese un pase libre para sacar lo que quiera y comérselo donde quiera. Esta criatura mal enseñada se llama Emo, un perro boyero de Berna oriundo de la localidad de Puerto Esther (Rosario, Argentina), y es imposible enojarse con él al ver su tierna cara.
Este perrito —que de “ito” no tiene nada— no es tonto, y aprovecha cada vez que su dueño Juan abre la puerta de casa para salir e irse derechito al almacén de Mari, que queda muy cerca.
Una vez allí, elige libremente el producto que quiere consumir, lo saca de un mordisco y se lo lleva a otro lugar para comerlo con calma. ¿Y el pago? Bueno, eso se ve más adelante…
Emo es tan adorable que es imposible no dejar que se lleve nada, por lo que Mari incluso le abrió una “cuenta corriente” en donde anota el costo de todo lo que se lleva, monto que Juan paga de su bolsillo posteriormente.
Muy lindo y todo, pero esperamos que Juan no haga los cálculos de cuánto ha gastado pagando las travesuras de Emo: es probable que la cifra sea bastante alta…
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