VIDEO: Un sujeto corrió a un albañil por almorzar frente a su casa y causó indignación en las redes

Un incidente, que fue grabado en video, desató una ola de indignación en redes sociales y una masiva protesta en Mazatlán, Sinaloa, luego de que un hombre fue captado corriendo a un trabajador de la construcción que comía a la sombra frente a su vivienda.

El hecho, que ocurrió en una zona urbana del puerto mazatleco, fue grabado por una testigo y compartido en TikTok, donde rápidamente se viralizó. En el video, se observa a un hombre mayor increpando al albañil y exigiéndole que se retire de la acera que da a su propiedad. La mujer que graba el momento expresa su indignación: “Así es como los americanos tratan a nuestra gente (...) ¿realmente queremos a este tipo de gente en nuestro país?”

La publicación desató una ola de comentarios condenando el presunto acto de discriminación por parte de un “gringo” contra un trabajador mexicano, lo que rápidamente se tradujo en protestas físicas. Decenas de personas, entre ellos motociclistas, civiles y trabajadores de la construcción, se dieron cita frente a la casa del hombre. Algunos llevaron música, comida y pancartas, mientras otros simplemente se sentaron a almorzar como acto de protesta.

Estas las imágenes:

Incluso se organizó un evento en redes sociales titulado “Carne asada en casa del gringo amargado”, que convocó a más de mil personas para el domingo 27 de abril a las 6:00 p.m. frente a la vivienda, ubicada en la avenida Cruz Lizárraga.

Uno de los manifestantes gritó frente al portón: “Aquí manda México, no mandan los gringos, y a México se le respeta”. La protesta creció tanto que agentes de la Policía tuvieron que intervenir para controlar la situación, ya que el tráfico en la zona colapsó.

Pero, ¿quién es el supuesto “gringo”?

En declaraciones a medios locales, el hombre implicado negó rotundamente ser extranjero. Afirmó llamarse José Ignacio Lizárraga, tener 78 años y ser residente del área desde hace más de 35 años. “No soy gringo, soy mazatleco. Nunca insulté a nadie. Solo pedí que no bloquearan mi entrada”, aseguró.

Lizárraga explicó que padece diabetes y que necesita mantener libre el acceso a su casa, donde opera un pequeño negocio de comida. Asegura que el trabajador estaba obstruyendo la entrada y que su petición fue malinterpretada. También denunció haber recibido amenazas, golpes a su puerta y visitas constantes de vehículos tocando bocina. “Esto ha llegado a un nivel descontrolado y todo por una mentira”, lamentó.

El caso ha abierto un debate en redes sobre la viralización de situaciones sin contexto completo, la xenofobia inversa y el respeto al espacio público. Mientras algunos internautas siguen condenando lo que perciben como una actitud clasista o discriminatoria, otros piden mesura y empatía ante lo que podría haber sido un simple malentendido.