Las víctimas inocentes masacradas cuando intentaban huir de Ucrania

Este es el momento en que los afligidos padres de un niño de 18 meses acudieron al hospital llorando sosteniendo el cadáver de su hijo después de que el niño pequeño muriera por los bombardeos rusos, mientras las fuerzas rusas pasaban otro día bombardeando a civiles ucranianos ayer matando al menos a ocho.  

El niño de 18 meses llamado Kirill resultó herido de muerte en la ciudad sureña de Mariupol después de que las fuerzas rusas bombardearan la segunda ciudad de Ucrania minutos después de un alto el fuego acordado el sábado. 

La madre devastada de Kirill, Marina Yatsko, y su novio Fedor fueron vistos más tarde afligidos mientras abrazaban el cuerpo sin vida de su hijo tendido en una camilla en la ciudad sitiada.  

Y ayer, en una de las escenas más desgarradoras de la guerra hasta el momento, los cuerpos de los muertos en el ataque con morteros fueron vistos inmóviles en una carretera.

Junto a ellos había maletas preparadas antes de lo que esperaban que fuera un viaje a un lugar seguro. Incluso había un porta mascotas entre el equipaje.

Tres miembros de la misma familia estaban entre los muertos en el ataque de las fuerzas de Vladimir Putin en Irpin, una ciudad a 12 millas de Kiev.

Horribles imágenes capturaron la aterradora experiencia de madres, padres, abuelos y niños huyendo del fuego de artillería ruso.

En el día 11 del conflicto, hombres, mujeres y niños fueron atacados innecesariamente y sus barrios quedaron en ruinas.

En toda Ucrania, se violaron los altos el fuego negociados por la Cruz Roja y se cerraron los corredores humanitarios. El gobierno del Reino Unido dijo que Rusia estaba apuntando a "áreas pobladas" para romper la resistencia del pueblo ucraniano.

El uso de esta táctica atroz fue indiscutible anoche a pesar de las negativas de Putin y la desinformación emitida desde Moscú. Los ucranianos están muriendo en pueblos y ciudades de los que, antes del 24 de febrero, cuando comenzó la invasión, casi nadie en Gran Bretaña había oído hablar.

Menos de quince días después, lugares como Mariupol e Irpin se están volviendo terriblemente familiares a medida que cada día trae más sufrimiento.

También hubo escenas de devastación tras los ataques a zonas residenciales en la ciudad de Ovruch y el pueblo de Markhalivka, ambos cerca de Kiev.

Casi 1.000 niños ya han resultado heridos, según el gobierno de Ucrania, mientras que 331 civiles, incluidos al menos 28 niños, han muerto.

Las Naciones Unidas sugirieron ayer que estas cifras deberán reajustarse al alza a medida que se registren minuciosamente las zonas residenciales devastadas.

El número total de personas que huyeron de Ucrania también superó ayer los 1,5 millones, lo que la convierte en la crisis de refugiados de más rápido crecimiento en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.