Carlos Alcaraz se quedó con la final más larga de Roland Garros

El Court Philippe Chatrier fue testigo este domingo de una de las finales más memorables en la historia del tenis moderno. Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, protagonizaron un duelo maratónico de más de cinco horas que terminó con la coronación del español en Roland Garros por segundo año consecutivo.

El marcador final —4-6, 6-7 (4), 6-4, 7-6 (3) y 7-6 (2)— refleja la intensidad de una batalla sin tregua, marcada por momentos de tensión, quiebres inesperados y una capacidad de lucha que elevó a ambos jugadores al Olimpo del tenis contemporáneo.

Con esta victoria, Alcaraz suma su quinto título de Grand Slam, reafirmando su condición de heredero natural del trono dejado por leyendas como Rafael Nadal, Roger Federer y Andy Murray.

Un comienzo a puro fuego

Desde el primer set quedó claro que el encuentro sería una batalla de alto voltaje. Ambos jugadores mostraron un nivel sobresaliente y se quebraron mutuamente el servicio en los primeros games.

Finalmente, Sinner logró desequilibrar en los momentos clave y se quedó con la manga inicial 6-4. El segundo parcial mantuvo la intensidad, con un Sinner agresivo desde el fondo de la cancha y un Alcaraz incómodo con su primer servicio. Aunque el murciano logró remontar un 0-3 en contra, el italiano se impuso en el tiebreak 7-6 (4) y se colocó 2-0 arriba en sets.

Cuando muchos lo daban por vencido, Alcaraz mostró una vez más su fortaleza mental. Con un juego más suelto y recuperando confianza en sus golpes, el español ganó el tercer set 6-4. En el cuarto, Sinner llegó a estar 5-4 arriba con tres puntos de campeonato, pero la tenacidad del murciano y algunos errores no forzados del italiano forzaron otro desempate. Alcaraz se lo llevó por 7-3 y mandó la final a un dramático quinto set.

El último set fue un reflejo del duelo generacional entre el 1 y el 2 del mundo. El nivel técnico y emocional alcanzó su clímax en el supertiebreak, donde Alcaraz mantuvo la sangre fría y cerró el partido por 7-6 (2), desatando la euforia de la afición en París.

Con este nuevo título, Alcaraz confirma su regreso a lo más alto en una temporada que inició con altibajos, pero que ya cuenta con los títulos de los Masters 1000 de Montecarlo y Roma, además de este histórico Roland Garros.