Así irrumpió la Policía de Ecuador en la embajada de México en Quito para detener a Jorge Glas

Un grupo de policías de Ecuador irrumpió la noche del viernes 5 de abril en la embajada de México con el objetivo de capturar al exvicepresidente, Jorge Glas. Este acto de fuerza desató una crisis diplomática de proporciones, con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ordenando la suspensión de las relaciones diplomáticas con Ecuador en respuesta a lo que describió como una “violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México”.

Varios policías treparon paredes y vallas de la sede diplomática de México y luego salieron de esa residencia, lo que fue denunciado por el jefe de Cancillería y Asuntos Políticos de la Embajada, Roberto Canseco, como algo “totalmente inaceptable, es la barbarie”.

Glas, quien había sido condenado por corrupción por la justicia ecuatoriana y se encontraba refugiado en la embajada mexicana desde diciembre, fue capturado durante el asalto, generando preocupaciones sobre su seguridad e integridad física y psicológica. El embajador encargado de México en Ecuador, Roberto Canseco, quien se encontraba en la sede diplomática durante el operativo, se enfrentó a los agentes, arriesgando su vida para defender la soberanía de su país.

El comunicado oficial de la presidencia de Ecuador confirmó la detención de Glas y acusó a la embajada mexicana de abusar de sus inmunidades y privilegios, además de denunciar el asilo diplomático concedido a Glas como "contrario al marco jurídico convencional". Sin embargo, el gobierno mexicano argumentó que estaban actuando en congruencia con las convenciones internacionales al otorgar asilo político a Glas.

La situación escaló luego de que el gobierno de México le concediera asilo político a Glas y el gobierno ecuatoriano se negara a entregar el salvoconducto necesario para su salida del país. Horas después de esta negativa, ocurrió el asalto a la embajada, sumiendo a la región en una tensión diplomática sin precedentes.

Las reacciones internacionales no se hicieron esperar, con líderes de varios países latinoamericanos condenando el asalto como una violación a la soberanía y al derecho internacional. La presidenta de Honduras, Xiomara Castro de Zelaya, lo calificó como “intolerable”, mientras que el expresidente ecuatoriano Rafael Correa lo describió como un acto sin precedentes en la historia latinoamericana.

Aquí el video del operativo: