Amanda Muir, de 46 años, alteró su apariencia y tomó medicamentos para simular los efectos de la quimioterapia.
30/10/2025 12:04
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Una enfermera escocesa fue condenada a dos años de prisión luego de admitir que fingió padecer cáncer para obtener una pensión de retiro por enfermedad. La mujer defraudó a la Autoridad de Pensiones Escocesas por más de 248.000 dólares.
Para hacer creíble su supuesto diagnóstico, Amanda Muir (46), quien trabajaba como enfermera neonatal en el Hospital General Wishaw, en Lanarkshire, alteró su apariencia física: se afeitó la cabeza y tomó medicamentos para bajar de peso, simulando los efectos secundarios de la quimioterapia.
Según informó el Daily Mail, la magnitud del engaño fue tal que Muir logró convencer al Servicio Nacional de Salud (NHS) para que le recetara morfina y otros medicamentos controlados, pese a no estar enferma. Incluso fue derivada a cuidados paliativos dentro del sistema sanitario en junio de 2024.
El fraude comenzó a desmoronarse el 12 de agosto, cuando un miembro del equipo médico detectó “inconsistencias” en el historial clínico de Muir. La fiscal Fiona Hamilton explicó ante el Tribunal del Sheriff de Livingston que el supuesto oncólogo de un hospital privado, Spire, confirmó que nunca había tratado a la acusada y que las 16 cartas médicas presentadas como prueba del diagnóstico eran falsas.
Arresto y sentencia
Cuando la policía fue a arrestarla, Muir se encontraba de vacaciones en la localidad de Portpatrick (Wigtownshire). Los agentes la hallaron en la cama, con la cabeza afeitada y una cánula en el brazo, intentando mantener su farsa. En su vivienda, en Bathgate (West Lothian), los investigadores encontraron borradores y plantillas de las cartas médicas falsificadas.
Durante la audiencia, la sheriff Susan Craig enfatizó la gravedad del delito:
“El fraude fue sustancial, prolongado en el tiempo y mantuvo el engaño aun sabiendo que no estaba enferma. Su culpabilidad es alta y el daño causado, significativo. La Autoridad de Pensiones es un organismo público financiado con fondos públicos”.
Un trastorno mental detrás del engaño
La defensa, encabezada por el abogado Jonathan Crow, argumentó que Muir fue diagnosticada con un trastorno facticio, una condición mental caracterizada por simular, exagerar o provocar síntomas de enfermedad.
A través de su abogado, Muir emitió una disculpa pública por su “comportamiento y su criminalidad”, asegurando que la situación “creció como una bola de nieve hasta que no pudo dar marcha atrás”.
Crow destacó que la mujer nunca había tenido antecedentes penales y que aún conserva 100.000 libras (134.000 dólares) del dinero defraudado, los cuales se comprometió a devolver.
Los procedimientos de confiscación de bienes continuarán hasta diciembre. Mientras tanto, amigos y familiares se han distanciado de Muir a raíz del escándalo, que ha conmocionado al sistema de salud británico.
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