"Su cuerpo se volvió flácido", relató la esposa del hombre que murió tras ser absorbido por un resonador magnético

Keith McAllister, es el hombre de 61 años, que murió tras ser absorbido por un resonador magnético cuando intentaba ayudar a su esposa quien se sometió a estudio médico debido a una dolencia en la rodilla.

El lamentable suceso ocurrió el pasado martes 15 de julio en el centro médico Aussau Open MRI, en el condado de Nassau, al este de Nueva York, Estados Unidos, donde el sujeto ingresó sin autorización a la sala de resonancia magnética.

Lamentablemente portaba una cadena de metal, hecho que fue atraído por el imán de la máquina que tiene una gran potencia, y ocasionó que el mismo sea succionado por el aparato.

En medio de la consternación por su pérdida, su viuda, Adrienne Jones-McAllister, relató a la prensa cómo fue el momento en el que su marido fue succionado por la máquina, dijo que fueron sorprendidos al ver como de un momento a otro, la máquina tragaba a su esposo.

Aunque la mujer intentó reaccionar y pedir auxilio, el aparato no paraba y la visita médica terminó en una tragedia. 

“Yo decía: ‘Apaga la máquina, llama al 911, haz algo. ¡Apaga esta maldita cosa!’”, relató la mujer a News 12 Long Island.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos advierte que estos objetos pueden convertirse en proyectiles, con el potencial de causar daños tanto al equipo como a las personas presentes.

Por esos motivos señalan que se exige el ingreso de pacientes bajo estricto protocolo de seguridad y evitan que alguien ingrese a la sala, con algún objeto metálico o ropa inadecuada.