30 años de cárcel para el sujeto que abusó, golpeó y mató a la pequeña Tamara

Romario Soria Fajardo fue sentenciado a 30 años de cárcel por haber violado, agredido y asesinado a la hija de su pareja. La pequeña Tamara tenía tan solo 3 años de edad y falleció hoy producto de fuertes golpes en la cabeza. El caso conmocionó a la población cochabambina y a nivel nacional.

"(Fue condenado) por los delitos de violación a infante, niño, niña, adolescente e infanticidio agravado. La sentencia que ha dado la juez de Anzaldo es de 30 años, pena a cumplirse en el penal de máxima seguridad de El Abra. Confesó el delito que cometió, así llegamos a este procedimiento abreviado. La mamá también estaba presente en la audiencia presencial y luego se fue a velar a su pequeñita", informó Dayana Cevilla, abogada de Voces Libres, que apoyó a la familia de la víctima en este caso.

La audiencia de medidas cautelares se realizó esta tarde en la localidad de Anzaldo, donde correspondía por jurisdicción. El sujeto aceptó someterse a un proceso abreviado.

La niña llegó anoche al hospital de Punata, municipio en el que vivía, con signos de violencia física y sexual, aún con vida. Sin embargo, no aguantó las lesiones y falleció esta mañana. Tenía discapacidad motora, pues no podía moverse, ni alimentarse por sí sola y debía usar pañales. Necesitaba ser cuidada todo el tiempo.

"Ella no podía moverse, ni defenderse, ni gritar", comentó la tía de Tamara.

Luego, el cuerpo fue trasladado a Cochabamba, para el correspondiente examen forense en el IDIF, que confirmó la agresión física y sexual. Al lugar, llegaron familiares del padre de la niña, que vive en el Trópico, exigiendo justicia para la pequeña.

El agresor tiene 23 años de edad. Hace siete meses empezó a vivir con la madre de Tamara. La mujer salía a trabajar todos los días y dejaba a su hija al cuidado del hombre porque no le permitían llevarla al trabajo. Ayer, regresó y encontró a su hija en mal estado.

A la vez, hoy se realiza el velorio de Tamara en una funeraria de Cochabamba, en medio de profundo dolor. También llegó el padre de la niña.