La lactancia materna sigue siendo la mejor manera de alimentar a un bebé, incluso si la madre está contagiada de Covid-19
04/08/2020 22:15
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En agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, este año bajo el lema “Apoyar la lactancia materna contribuye a un planeta más saludable”. La AEP (Asociación Española de Pediatría), a través de su Comité de Nutrición y Lactancia Materna, quiere aprovechar esta semana de concienciación para recordar a las madres que no hace falta interrumpir la lactancia materna en caso de infección por coronavirus, pues no se ha detectado el virus activo en la leche materna. Es más, incluso podría proteger a los bebés contra el virus, pues la lactancia materna podría proporcionar el paso de anticuerpos madre-hijo.
La lactancia materna tiene enormes beneficios, tanto a corto como a largo plazo, y tanto para los bebés para las madres. Estos beneficios son especialmente relevantes en caso de neonatos prematuros. Según afirma la doctora Susana Ares, responsable del área de Lactancia Materna del Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría (AEP),
Si la madre está infectada o tiene sospechas de estarlo, y quiere continuar con la lactancia materna, la AEP recomienda amamantar con medidas de aislamiento estrictas y extremar las medidas de higiene, es decir, lavándose las manos frecuentemente con agua y jabón o con un gel hidroalcohólico, especialmente antes de tocar al bebé, así como limpiar y desinfectar regularmente las superficies, aconseja la doctora Ares. También deberán llevar mascarilla quirúrgica mientras amamantan al bebé y, además, cubrirse la boca y la nariz si estornudan o tosen y desechar rápidamente el pañuelo usado.
En caso de que las condiciones no permitan la lactancia directa, se puede optar por la diferida, es decir, sacarse la leche y que otra persona se la dé con biberón o a cucharaditas. También habrá que extremar las precauciones durante el proceso de extracción de leche, ya sea manualmente o con sacaleches, como lavarse las manos antes y después del proceso, llevar mascarilla o desinfectar después todos los objetos utilizados, aunque esto último es algo recomendable siempre, incluso si no existe esta u otra enfermedades.
Aún tomando todas las precauciones posibles, el bebé podría contagiarse de coronavirus si su madre lo amamanta, pues el riesgo cero no existe, ni en esta ni en otras situaciones. Sin embargo, en el caso de la lactancia materna la OMS evalúa el riesgo beneficio, es decir, si tiene más riesgo para el bebé poder contagiarse del SARS-CoV2 a través de su madre o alimentarse con leche artificial, estas recomendaciones tienen en cuenta la probabilidad de que los lactantes contraigan la Covid-19 y los posibles riesgos asociados, pero también los riesgos de enfermedad grave y fallecimiento que aparecen cuando los lactantes no reciben lactancia materna, así como los efectos protectores de la lactancia materna y el contacto piel a piel, aclara Susana Ares.
Es decir, que para un bebé son mayores los riesgos para su salud y su desarrollo si abandona la lactancia materna -o si no la inicia- que los de una posible exposición a una infección por coronavirus, y más teniendo en cuenta que una madre infectada podría pasarle anticuerpos a través de la leche materna. Siguiendo estas recomendaciones, una vez terminada la infección de la madre, se podrá retomar la lactancia de forma habitual que, según afirma la OMS, es la forma ideal de alimentar a los bebés lactantes.
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