VIDEO: A 40 años del asesinato de John Lennon, así se lo recuerda

Un grande de la música, un famoso de las letras y los derechos humanos partió hace 40 años, luego de ser brutalmente asesinado una noche en Nueva York. Para muchos han vuelto los recuerdos de aquella fatídica noche en la que John recibió el impacto de cuatro balas justo en la puerta del edificio de apartamentos de Manhattan en el que vivía junto a Yoko Ono. 

El reportero acabó esa noche en el Roosevelt Hospital esperando en el pasillo a que los médicos evaluaran si tenía alguna lesión grave. Fue entonces cuando dos policías entraron entre gritos a urgencias transportando a un hombre malherido. Segundos después escuchó la estupefacción de otros dos agentes, que estaban de pie a su lado confirmando que era el famoso John Lennon.

Confinado a su camilla, intentó entonces que uno de los celadores llamara por teléfono a la redacción del canal para el que trabajaba, ABC7, para alertar del posible tiroteo del artista, pero fue interceptado por un guardia de seguridad, que le aseguró una y otra vez que no se trataba de Lennon. La mentira, sin embargo, quedó al descubierto cuando Weiss vio entrar por las puertas del hospital a una devastada señora asiática vestida con un abrigo de visón.

De nuevo, más intentos de acceder a una línea telefónica por parte de Weiss para ponerse en contacto con la redacción. Al hablar con sus compañeros, le confirman que han oído información de un tiroteo frente al Dakota, los apartamentos de lujo en los que vivían Lennon y Ono, por lo que con esa información, corroboran la noticia.

Minutos después, Weiss fue trasladado a través de unas puertas, hacia la zona general del hospital, donde, por casualidad, sonaba de fondo la melodía del All my Loving, de Los Beatles. El reportero cuenta que la canción termina, y como un minuto más tarde, se oyen los gritos de una mujer, ‘¡oh,no! ¡oh, no!’, y se abren las puertas de una habitación, de donde ve salir a Yoko llorando desconsoladamente, abrazando al productor David Geffen.

Tras convencer a la médico con el argumento de que solo trataba de ser buen periodista, Weiss pudo utilizar otro de los teléfonos del hospital para confirmar el fallecimiento, y se convirtió así en el primer reportero en informar del fatal desenlace.

Tras lo que subraya que Lennon usó su estatus para hacer el bien, exigiendo el fin de la guerra de Vietnam, o comprando chalecos antibalas para la Policía de Nueva York cuando aún no eran obligatorios. Recapacita, sin embargo, que los reporteros que cubrieron la historia cometieron un importante error: el de publicar el nombre del asesino, Mark Chapman, que mató al cantante para lograr ser conocido por todo el mundo.

Por eso, se niega a mencionar su nombre en las entrevistas que concede a los medios, Weiss cree que hay que aprender más de los propios errores, y además expone que el asesino debería pudrirse en la cárcel hasta el fin de sus días.