“Solo déjenme ir”: trabajador suplicó por su vida mientras delincuentes armados robaban

Un violento asalto sacudió a plena luz del día una tienda de venta de equipos para talleres mecánicos, ubicada en una zona ya golpeada por la delincuencia en Cochabamba. Dos sujetos armados irrumpieron en el lugar, redujeron al trabajador con amenazas y golpes, y se llevaron equipos de diagnóstico valuados en al menos 120 mil bolivianos. Todo quedó registrado en las cámaras de seguridad del local.

“Calladito, calladito, porque te voy a meter aquí. Mira hacia abajo”, se escucha en uno de los videos, mientras los delincuentes apuntan con un arma al trabajador, quien suplicaba con desesperación: “Solo déjenme ir, solo déjenme ir”.

El empleado, que se encontraba solo al momento del asalto, fue echado al piso, golpeado brutalmente y obligado a mirar al suelo mientras los sujetos llenaban saquillos con los costosos equipos. “Él está consternado, suplicaba por su vida, y aun así lo golpearon. Estas personas no tienen escrúpulos”, denunció el dueño del negocio.

La víctima relató que los asaltantes hablaban con acento peruano y actuaron con total violencia. “Entraron armados, me apuntaron, me echaron, me golpearon. Traté de defenderme, pero eran dos hombres grandes. Se llevaron todo lo que había en la tienda”, dijo aún con la voz quebrada por el miedo vivido.

Según contó, al momento de la huida, los ladrones escaparon primero a pie, mientras vecinos intentaban ayudarlos, pero uno de los delincuentes apuntó con el arma a quienes se acercaban. Luego, los sujetos fueron recogidos por un vehículo blanco, en el que finalmente escaparon.

“Agarré mi vehículo personal e intenté perseguirlos, pero no logré alcanzarles. Les grité a los vecinos para que ayudaran, pero también los amenazaron con el arma y tuvieron que esconderse”, narró el trabajador. “Después del intento de persecución, lo único que me queda es ayudar a la Policía con las imágenes de las cámaras. Luego iré a un hospital a recibir atención”, añadió.

El dueño de la tienda no ocultó su indignación. “No es la primera vez que roban en esta zona. Roban celulares, motocicletas, hasta las cámaras de seguridad de las casas. Estamos desprotegidos y nadie hace nada”, lamentó.

La Policía ya se encuentra analizando las imágenes del asalto para identificar a los autores y dar con su paradero. El vehículo blanco en el que huyeron es una de las pistas claves en la investigación.

Mientras tanto, el trabajador, golpeado y psicológicamente afectado, revive una y otra vez las súplicas que marcaron el momento más angustiante de su vida: “Solo déjenme ir”.