El anillazo

El primer y único triunfo electoral con las reglas de la dictadura fue el 21F del 2016, fue la ciudadanía organizada, la sociedad civil movilizada, el pueblo en la calle y la conciencia ciudadana de querer vivir en libertad lo que hizo a la gente participar en todas las movilizaciones que las convocaban , las plataformas ciudadanas, los jóvenes por la democracia, las entidades cívicas, y todo empezó en Santa Cruz y el país se fue contagiando de ese espíritu rebelde.

Este triunfo se lo consiguió porque nuestro candidato único era el NO y todos nos unimos en torno a ese objetivo. La burla y estafa que hizo el gobierno al no respetar ese resultado y de manera abusiva habilitar a Evo como candidato y obligarlo a realizar el mayor fraude electoral de la historia de Bolivia, fue lo que lo obligo a renunciar y a refugiarse en México.                

Nuevamente fue el pueblo movilizado, en la calle, y desde Santa Cruz y Potosí que se contagio a todos los departamentos de Bolivia para derrotar la dictadura.                                                            

Cayo el dictador pero no derrotamos la dictadura. Hoy nuevamente Santa Cruz vuelve a las calles, la ciudadanía organizada o desorganizada, no importa, así empiezan los cambios, perdiendo el miedo antes de perderlo todo, la actitud pasiva del Comité Pro Santa Cruz y de otras entidades manejadas por intereses y no por principios, no va a frenar a la gente que quiere vivir libre, con certidumbre, con esperanza.

Ojala estas instituciones y sobre todo el Comité recapacite y se ponga a la altura de la historia, desde ahí se denuncio la narcodictadura de García Mesa, el contrato de La Gaiba, se conquistó la elección de alcaldes, la elección de gobernadores, la movilización que culmino con la huida del narcodictador Morales no concibo como cruceño un Comité timorato en estas circunstancias, están todavía a tiempo de subirse al carro de la historia antes que esta los pise.                                            

¡ARRIBA CRUCENOS HAGAMOS HISTORIA!

¡VIVA BOLIVIA LIBRE!